Primeros leoneses que prueban el nuevo fármaco para dejar de fumar: «Ningún tratamiento antitabaco es milagroso»
En tan solo dos meses un total de 572 leoneses han iniciado una terapia farmacológica para dejar el tabaco con la ayuda del nuevo fármaco financiado por la Seguridad Social. La neumóloga del Caule Virginia Serrano subraya que «lo difícil viene cuando acaba el tratamiento»
Querer es la premisa básica para dejar de fumar. A partir de esta decisión se puede o se debe pedir ayuda si abandonar el tabaco se convierte en una montaña imposible de escalar. «El tabaquismo, considerado como un hábito, costumbre o vicio, está considerado por la OMS como una enfermedad adictiva y crónica», puntualiza la neumóloga del Caule Virginia Serrano.
El Todacitan, cuyo principio activo es la cistina, es el nuevo fármaco que se ha incorporado a la cartera de prestaciones de la Seguridad Social. Desde febrero, este medicamento está financiado para todas aquellas personas que lo soliciten y cumplan los requisitos médicos establecidos para su consumo.
Las razones por las que el sistema sanitario decide apoyar la deshabituación tabáquica se deben a la gran magnitud que tiene afecta al 33% de la población mundial— y al impacto sobre la salud. «Esta patología supone la primera causa de muerte evitable en países desarrollados: al año mueren entre 4,5 y 5 millones de personas a consecuencia del consumo de tabaco», añade la doctora, que está al frente de la consulta de Tabaquismo del Caule. Estas unidades se han creado precisamente por los «grandes perjuicios perjuicios para la salud derivados del consumo de tabaco», precisa.
Una sustancia vegetal
La cistina actúa como sustituto de la nicotina y llena los vacíos que ocasiona su ausencia
Dejar de fumar no es fácil y tampoco imposible. «Ambos extremos son erróneos, el 99% de intentos fallidos se han realizado sin ayuda o sin asesoramiento profesional. Abandonar el tabaco es un proceso complejo, prolongado en el tiempo, que requiere de gran voluntad y ánimo de superación, así como del cambio de ciertos hábitos o costumbres», explica la experta. «Ningún tratamiento antitabaco es milagroso», subraya.
Actualmente, existen cuatro tipos de tratamientos que científicamente han demostrado su eficacia. Se trata en primer lugar de la terapia sustitutiva con nicotina —los clásicos parches o chicles que liberan nicotina para lograr niveles estables y/o picos en momentos necesarios.
Los otros tres están basados en los principios activos de Vareniclina, Bupropion y Cistina, que actúan minimizando las manifestaciones del síndrome de abstinencia del tabaco. El Todacitan® (cuyo principio activo es Cistina) es el último tratamiento incorporado al mercado farmacéutico para el abandono del consumo de tabaco. Actúa como un agente de «reducción de la ansiedad de la dependencia a la nicotina en fumadores que estén dispuestos a realizar un intento de abandono de consumo de forma inminente. Su prescripción se debe realizar cuando el paciente fije un día de abandono del consumo a corto plazo», explica la doctora Serrano.
El nuevo fármaco, que se ha prescrito a 572 personas en León en los meses de febrero y marzo, se plantea en Sacyl como una herramienta en la deshabituación tabáquica de pacientes incluidos en el Proceso Asistencial Integrado para la atención a las personas fumadoras.
La expedición de la receta para acceder a este tratamiento está restringida al médico o la médica de Atención Primaria y a especialistas en Neumología tras un test que realizan a los pacientes. La doctora Serrano explica que «la dependencia física que el tabaco genera en nuestro organismo se debe a los efectos de la nicotina del tabaco sobre los receptores nicotínicos que poseemos en el cerebro».
Cuando una persona fumadora deja el tabaco, la falta de nicotina hace que en estos receptores se produzcan vacíos que generan el síndrome de abstinencia. Aquí entra en juego la cistina como rescatador de esos vacíos en el proceso más físico de deshabituación tabáquica. El motivo de su eficacia es que «la citisina —alcaloide vegetal— compite con la nicotina por los mismos receptores y desplaza gradualmente a la nicotina», apunta. «Esta acción permite una reducción paulatina de la dependencia de la nicotina mediante el alivio de los síntomas de abstinencia».
Ganar vida
«Abandonar el tabaco es la decisión más importante que una persona puede tomar por su salud»
La duración del trratamiento es de 25 días con 100 comprimidos para el ciclo completo del tratamiento. «El paciente debe dejar de fumar a más tardar el quinto día de tratamiento», advierte la doctora. En caso de fracaso del tratamiento, debe interrumpirse y solo podrá reanudarse después de dos o tres meses, aunque solo se financiará un tratamiento al año de cualquier fármaco para deshabituación.
La doctora comenta que «varios estudios científicos han demostrado la eficacia» de este fármaco en el abandono del consumo de tabaco, «y su no inferioridad en comparación con el resto de tratamientos disponibles».
Es un medicamento seguro, pero como todos tiene sus contraindicaciones y efectos adversos. Está desaconsejado para pacientes con antecedentes de angina inestable, infarto de miocardio reciente, arritmias con relevancia clínica, antecedente reciente de accidente cerebrovascular, embarazo y lactancia.
Y no debe tomarse con fármacos como los antituberculosos. No se debe fumar ni usar la terapia sustitutiva con nicotina. Se desconoce si la cistina puede reducir la eficacia de los anticonceptivos hormonales sistémicos.
En cuanto a las reacciones adversas, en su mayoría son de carácter leve. se producen al inicio del tratamiento y son temporales. Las más frecuentes son los trastornos gastrointestinales y el aumento del apetito, aumento de peso, mareos, irritabilidad, cambios de humor, ansiedad, trastornos del sueño, cefaleas y dificultad para concentrarse, taquicardia, hipertensión, erupción cutánea, mialgia y fatiga.
La doctora remarca que «ninguno de los efectos adversos del tratamiento es grave, y lo más importante a destacar es que los beneficios del abandono del tabaco superan ampliamente los riesgos de cualquiera de los tratamientos de deshabituación disponibles».
Por encima de estas precauciones y advertencias, la responsable de la consulta de Tabaquismo del Caule subraya que «bandonar el consumo de tabaco es la decisión más importante que una persona puede tomar por su salud». Por muy cuesta arriba que se haga.
Las patologías del tabaco
Las principales enfermedades derivadas del tabaco son cardiopatía isquémica (infarto agudo de miocardio o angor), vascular (isquemia arterial periférica); respiratorias (la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o Epoc); y procesos tumorales malignos (cáncer de pulmón, laringe, esófago, boca).
La doctora Serrano señala que dentro de los tumores malignos «cabe destacar que en nuestro país se diagnostican unos 20.000 nuevos casos de cáncer de pulmón al año, que es el tipo de tumor con mayor mortalidad y que el 90% de estos se relacionan directamente con el consumo de tabaco».