Esencias bimilenarias entre Astures y Romanos

La ciudad de Astorga celebra cada año, durante cuatro días, en el último fin de semana de julio, la Fiesta de Astures y Romanos, rememorando los tiempos en los que la localidad era reconocida como Astúrica Augusta.

Este evento, declarado de interés turístico regional, invita a los participantes a sumergirse y revivir su pasado a través de diversas actividades, desfiles y actos, representando la vida cotidiana y las luchas de los Astures y los Romanos en la bimilenaria ciudad.

Con anterioridad al inicio de las fiestas y para ir animando al público, el fin de semana previo se suele celebrar el espectáculo de la Munera Gladiatora, un acto diverso cada año con representaciones más amenas y con tintes cómicos de una actividad muy destacada en las ciudades romanas donde, entre el desfile de participantes y las gracias a los dioses, se daban luchas entre gladiadores en la arena. Durante todas las fiestas, desde 2005 los visitante se pueden encontrar lo que es el corazón de la fiesta, el Poblado Astur y Campamento Romano.

Ubicado en el Parque del Melgar, más de cuarenta construcciones entre pallozas y domus representan como era la vida en un castro astur y una ciudad romana.

Los más de mil socios de la Asociación de Astures y Romanos de Astorga, junto con sus invitados, se visten con indumentaria de la época y recrean un ambiente lleno de vida y actividad. Todo el campamento ofrece una experiencia inmersiva, permitiendo a los visitantes viajar atrás en el tiempo y explorar la historia de la ciudad.

Si alguien necesita hacerse una idea de como es el campamento durante la fiesta, Google Street View tiene todo un recorrido por el campamento en la ubicación del Parque del Melgar de Astorga.

Desde el jueves, el día que da comienzo a las fiestas, arranca la inauguración del campamento junto a diversos actos como la Ancestral Devotio Guerrera o la Bienvenida a los Nuevos Astures, actos que sirven para dar la bienvenida a los nuevos participantes que quieren vivir la fiesta desde dentro. En los siguientes días, la ciudad y el campamento se llenarán de talleres, algunos más informativos o recreativos, y otros para entretener a los más pequeños.

Talleres que muestran desde como hacer una Moneda Romana, demostraciones de la antigua práctica deportiva de los legionarios romanos, a más infantiles como son el taller de pintura Astur o Musivarium, donde los participantes pueden realizar un mosaico con teselas regulares.

Para quien desee aprender más sobre la historia de las tribus astures o de las legiones o civitas romanas, cada año diversas conferencias con arqueólogos o licenciados en historia, que muestran como vivían los antepasados, que adornos usaban, que piezas se conservan y que dicen de nuestra historia. Como nexo entre la ciudad y el campamento, diversos desfiles se darán durante varios días, invitando a todo el público a ver distintas partes de la fiesta y de la ciudad, junto con la ambientación musical de agrupaciones entre las que hay bandas de gaitas y música tradicional, dando vida a los distintos lugares donde se dan múltiples y diferentes actos, como es el Recibimiento de El César en la plaza Mayor, donde aclamado por gente y reprobado por el pueblo astur, se le entrega la llave de la ciudad o la Noche de Druidas en el Jardín del Aljibe, un espectáculo interactivo el viernes noche, un acto teatral donde se representan historias del territorio Astur a través de mágicos relatos de los druidas.

Destacando el sábado por la tarde, como el acto central de la fiesta, organizado en la Plaza de Toros y de acceso gratuito, se celebra el Gran Circo Astur-Romano. Una tradición que comenzó en 1986, en la que se representa la rivalidad entre los dos bandos, compitiendo a través de una serie de pruebas deportivas y de habilidad. El público siempre entusiasta, llena las gradas para animar a sus equipos, creando todo un increíble ambiente de celebración y emoción. El último día de fiesta finaliza con un desfile a los vencedores del circo y el Entierro del Héroe Astur, como cierre en una representación de un entierro simbólico mediante una pira funeraria junto a todas las tribus.