La capital del Prieto Picudo está en Pajares
La localidad celebra su tradicional feria cada mes de agosto con decenas de actividades
Pajares de los Oteros ha hecho del vino su principal reclamo turístico y uno de sus grandes referentes económicos. Y aunque se hace notar los 365 días del año coge todavía mayor fuerza cada mes de agosto merced a su Feria del Prieto Picudo, una cita que gana cada vez más ‘adeptos’ y que siempre incorpora decenas de actividades paralelas que la enriquecen aún más.
Y es que, no sin esfuerzo, Pajares ha sabido poner en valor como pocos su producto estrella así como sus viñedos y sus bodegas excavadas donde todo aquel visitante que se acerque recibirá, sin excepción, un buen vaso de un caldo que nada tiene que envidiar a los vinos de renombre.
Además de ser la única feria de la comarca en la que se degusta Prieto Picudo, desde el Ayuntamiento de la localidad leonesa recuerdan que todos los caldos que se ofrecen a los visitantes son de manera exclusiva Prieto Picudo.
Suele ser otro clásico de la feria el concurso de cortadores de cecina, al que siempre asisten participantes de toda España y que cumple su cuarta edición. Además, el ayuntamiento organiza ya varias actividades infantiles, tales como teatro de calle, música en directo, o talleres, imprescindibles siempre en uno de los ayuntamientos con más vitalidad de la provincia. Asimismo, y como siempre, cuantos se acerquen hasta Pajares de los Oteros podrán disfrutar de una gran feria gastronómica en la que no faltará la degustación de paellas y queso.
Cuantos acudan podrán, además, visitar sus ‘templos’ subterráneos del vino donde reposan auténticos tesoros que cualquiera puede contemplar y sobre todo degustar. «Sin excepción», como recuerdan desde el ayuntamiento de un municipio en el que más allá del vino hay numerosas posibilidades tanto a nivel cultural como gastronómico e incluso deportivo. Pero sin duda el prieto picudo tiene enorme presencia en el paisaje. Es emblema y orgullo de sus gentes. Por eso tanto en Pajares como en Morilla de los Oteros se erigen dos monumentos al vino como son ‘La Melodía’ y ‘El Color’ que recuerdan el potencial de un producto que les ha hecho labrarse renombre dentro y fuera de la provincia.