Las mariposas son americanas
El oeste de América del Norte o Centroamérica son los lugares de origen de estos insectos, según un estudio que ha analizado 2.300 especies en 90 países del mundo
Las primeras mariposas surgieron hace unos cien millones de años en lo que hoy es el oeste de América del Norte o en Centroamérica, desde donde se extendieron por el mundo, señala un estudio que publica Nature Ecology and Evolution . Un amplio grupo de científicos, con participación española, ha reconstruido el árbol de la vida de las mariposas ensamblando el ADN de más de 2.300 especies de 90 países, que representan a todas las familias y al 92 % de los géneros. Las mariposas surgieron a finales del Cretácico y se alimentaron por primera vez de leguminosas, indica el equipo, formado, entre otros, por científicos del Instituto Botánico de Barcelona y el Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-Universidad Pompeu Fabra). La investigación señala que serían originarias de América, en concreto en lo que hoy es el oeste de América del Norte o en América Central y aunque las pruebas apuntan a un origen norteamericano estas «no son sólidas», agrega el estudio. Hace unos 100 millones de años, un grupo de polillas empezaron a volar de día en vez de de noche, aprovechando las flores ricas en néctar que habían coevolucionado con las abejas, lo que dio lugar a la evolución de todas las mariposas. Los científicos conocen el momento exacto desde 2019, cuando un análisis a gran escala del ADN descartó una hipótesis anterior según la cual la presión de los murciélagos impulsó la evolución de las mariposas tras la extinción de los dinosaurios, hace unos 66 millones de años.
El origen de todos estos datos son once raros fósiles de mariposa, sin los cuales el análisis no habría sido posible, pues estos animales, con alas delgadas como el papel y pelos filiformes, rara vez se conservan en los registros fósiles. Los resultados cuentan una historia dinámica, plagada de rápidas diversificaciones, avances vacilantes y dispersiones improbables, según el Museo de Historia Natural de Florida, que coordinó la investigación. Algunos grupos viajaron «a lo largo de distancias imposiblemente vastas, mientras que otros parecen haber permanecido en un mismo lugar, inmóviles mientras continentes, montañas y ríos se movían a su alrededor», agrega el Museo.