Cruz Roja de León quiere «crecer y dar recursos a los pueblos»

Daniel Hernández de la Fuente (León. 1979) lleva más de media vida como voluntario de Cruz Roja de León. Ayer se sentó por primera vez en el despacho del presidente provincial, en la sede de Cruz Roja de la calle del Cid. Sin quitarse el chaleco de voluntario y con el móvil lleno de mensajes de felicitaciones. Este gestor con 24 de años de voluntariado en Cruz Roja se pone al frente de 1.709 voluntarios cuya labor social llegó el año pasado a más de 19.000 leoneses.

Hernández asegura que «no me había planteado ser presidente, pero siempre me ha atraído la gestión y he participado en otros niveles desde el comité de la asamblea comarcal y provincial». El nuevo cargo «es un reto» para este hombre curtido en las emergencias, consciente de la amplia labor social de Cruz Roja en León. Ser presidente es un reto más y estoy agradecido a la labor de mis antecesores», apostilla.

Entre las prioridades del mandato de cuatro años para el que acaba de ser elegido «pretende mejorar y potenciar» la organización que, aunque está «bien posicionada», puede ampliar sus prestaciones y la relación con la sociedad leonesa.

El mundo rural es uno de los frentes en los que quiere poner más atención Daniel Hernández. «Queremos crecer en nuestros pueblos. Nos preocupa la soledad no deseada de nuestros mayores que vemos sobre todo en el mundo rural por la despoblación. Quiero poner el énfasis en llevar los recursos al medio rural, como ya se está haciendo con programas como el que nos financia la Diputación para programas específicos para inmigrantes y que ahora se extenderá a empleo», subraya.

Este programa, que concluye en julio, ofrece clases de castellano, acompañamiento en los complicados procesos de homologación y protección internacional a refugiados que se han instalado en el medio rural y donde han surgido también nuevas iniciativas de voluntariado.

La situación de vulnerabilidad que viven las personas en el medio rural, especialmente en los municipios más despoblados está detrás de la puesta en marcha a nivel estatal del programa 1.213, cuyo objetivo es llegar a los municipios y pueblos de menos de 100 habitantes. El informe de la Vulnerabilidad Social en la España Despoblada de 2020 es el origen de esta nueva estrategia de respuesta específica para mitigar los efectos de la despoblación.

En definitiva, «queremos estar más cerca de las personas, poniendo el foco en ellas como sujetos de derechos», comenta el nuevo presidente.

Y, por supuesto, continuar con los programas de siempre (CAD, Infancia y Juventud, Personas Sin Hogar, Inmigrantes y Refugiados). Hernández destaca la labor que se ha realizado con la crisis de Ucrania con la población refugiada, así como todo el dispositivo de Cruz Roja para afrontar la mayor vulnerabilidad social por la inflación.

Una de las primeras cosas que hará será visitar las 15 asambleas comarcales de Cruz Roja para conocer de cerca su labor y necesidades a través del contacto directo con trabajadores y voluntariado de la entidad.

Hernández se propone ser «un presidente muy accesible». «Quiero buscar espacios de encuentro de nuestros voluntarios y reforzarnos como entidad abierta y accesible», recalca.

Reforzar el voluntariado es otra línea de acción prioritaria para Hernández. «Cruz Roja vive por los voluntarios y para la sociedad, así que queremos buscar más voluntarios». El envejecimiento de la población no lo ve como una traba a este objetivo.

«Tenemos voluntarios de todas las edades. Hace unos días, una de las personas a las que he dado formación de un curso de primeros auxilios es una mujer de 73 años», explica. Hernández anima a cualquier persona interesada «en llenar un poco su tiempo» a acercarse a Cruz Roja para ser voluntario. «Le orientaremos en qué proyecto puede encajar mejor y tendrá una formación específica». «Tendrá buenas experiencias», garantiza.

«Cuantos más voluntarios tengamos más programas podremos desarrollar», añade al poner como ejemplo el programa de apoyo escolar, que ha pasado de tener tres a 18 grupos «gracias a que mucha gente se anima a trabajar con nosotros».

Otro punto a reforzar es la conexión con las empresas, «no sólo para pedir dinero, sino para ofrecer formación que Cruz Roja puede aportar en determinados ámbitos». «Se trata de crear sinergias con las empresas leonesas y llamar a puertas que aún no hemos llamado, hacer reuniones y apoyarnos», matiza.

Aparte de socorros y emergencias, Daniel Hernández es formador de nuevos voluntarios y ha trabajado en otros temas de gestión como miembro del comité comarcal y provincial de Cruz Roja. Ha desarrollado algunos proyectos de medio ambiente y durante la pandemia amplió sus conocimiento directo de la labor social de la entidad entregando medicamentos, alimentos y otras tareas.

«Lo que vi fue miedo. Mucho miedo en la gente y en nosotros mismos ante la incertidumbre de lo que estaba pasando y lo que podría suceder», recuerda de aquella etapa. «No me considero un superhéroe. Soy un voluntario más de todos los que ayudamos en la pandemia».

Daniel Hernández asegura que no va a echar de menos el voluntariado porque «no quiero dejar de ser voluntario. He pedido que no me releven. No me quito el chaleco». La atracción por las emergencias le llevó a enrolarse hace 24 años en la entidad. En este periodo ha pasado de conductor de ambulancia a formador a otras personas voluntarias.

«Cuando empecé aún no existía el 112 y Cruz Roja era el referente para las emergencias», señala. En este tiempo ha vivido en primera persona la adaptación a los nuevos tiempos con la cobertura de este área por el servicio público. «Cubrimos los huecos que deja la administración, como es la prevención en los eventos deportivos. No hay nadie que lo haga mejor que nosotros».

De su vocación por el voluntariado de emergencias habla su formación. Hizo el grado medio de FP en Emergencias Sanitarias para poder continuar en la ambulancia y no como habilitado, sino con todos los requisitos necesarios. Fueron dos años de estudio para estar al más alto nivel en el voluntariado.

Daniel Hernández de la Fuente sucede en el cargo a Victoria Seco. Su nombramiento fue confirmado el pasado viernes por la nueva presidenta autonómica, la vallisoletana Rosa Urbón que ha tomado el relevo del leonés José Varela.

Es la primera vez que un presidente de Cruz Roja en León sale de «dentro de la casa» en la persona de un voluntario. En anteriores ocasiones se ha buscado a personas de relevancia social para ocupar este puesto. José Varela, que lo ha sido dos veces, es el único que presidente que llegó desde otros puestos de gestión en Cruz Roja, como fue su papel como secretario provincial.