La eficiencia energética agita la actividad
Europa quiere un parque de viviendas sin carbón y financiará el cambio de modelo
La lucha contra el cambio climático obliga a acciones globales en busca de la neutralidad energética, un objetivo que la Unión Europea ya ha fijado en el horizonte de 2050 y que supone un espaldarazo para el sector de la construcción, principal beneficiario de las ayudas europeas para avanzar en esa sostenibilidad que se pregona desde Bruselas.
Quiere un parque de viviendas descarbonizado, que a partir de ese momento deje de emitir gases contaminantes a la atmósfera. No hay otra alternativa. El viejo y contaminante censo de viviendas de la provincia deberá hacer los deberes en sus algo más de 300.000 inmuebles residenciales construidos antes de 2007, momento en que la legislación ya hizo preceptivas medidas de eficiencia energética en la edificación.
Más de la mitad de todas esas construcción fue engrosado incluso antes de que en 1979 la normativa nacional incluyera por vez primera exigencias reglamentarias en materia energética. El porcentaje alcanza el 92% en el caso de las construidas previamente a la entrada en vigor —hace catorce años— del Código Técnico de la Edificación, con la eficiencia como bandera.
Desde 2013, el Eren (Ente Público Regional de la Energía de Castilla y León) ha certificado la eficiencia de casi 30.000 viviendas, lo que evidencia que únicamente el 7,8% de los inmuebles residenciales de la provincia cumplía con la exigencia de no contaminar. En este grupo se encuentra no sólo vivienda nueva, sino también la rehabilitada de forma integral y aquella que forma parte de operaciones de compra-venta y del mercado del alquiler, ya que se trata de un certificado obligatorio en estos casos.
La enorme ventana de acciones centradas en la eficiencia energética en la edificación que abren los llamados ‘fondos covid’ (NextGenerationEU) —el Plan de Recuperación para Europa— y su anunciada lluvia de millones para conseguir un territorio más ecológico, digital y resilente, empuja la puerta en la provincia a ambiciosos proyectos de rehabilitación energética a gran escala. Una tarea que también han de abordar al resto de edificaciones no residenciales. Hay muchas oportunidades, ahora falta que se sepan aprovechar.