«Soy víctima de un error tras otro y mi hijo está sufriendo»
S. A. J. ha llevado el caso de custodia compartida de su hijo de cuatro años al Defensor del Pueblo y a la ONU, aparte del recurso de amparo en el Tribunal Supremo. Se considera víctima de un «fallo continuado del sistema». Antes de separarse, denunció maltrato en el cuartel, le calificaron sin riesgo y el juicio rápido se ventiló como trato degradante. Al revisarse el riesgo en Viogen salió medio, pero el fallo ya era inapelable. El Juzgado de Familia acordó la guarda y custodia materna con régimen de visitas amplio para el padre, en función de sus turnos de trabajo. La Audiencia provincial, a la que apeló el afectado, decretó custodia compartida, desoyendo el informe contrario del Ministerio Fiscal y rechazando un plan de parentalidad que acredite cómo se hace cargo del menor cuando trabaja. Acudió al Defensor del Pueblo porque «el informe no es objetivo y se inclina a favor del padre» al afirmar que la madre tiene «conductas obstruccionistas» y «manifiesta intención de interferir en la relación de su hijo con la familia paterna» o que se vería comprometida económicamente, aunque obvia que para el padre supone pagar la mitad de la pensión. Ángel Gabilondo recomendó al Instituto de Medicina Legal que sus profesionales «no tomen en consideración planteamientos (no términos) teóricos o criterios sin aval científico que presuman la interferencia o manipulación adulta en los menores». «Mi hijo sufre y está desconcertado», lamenta esta leonesa cofundadora de la asociación Infancia Silenciada.