cartas al director
c Carlos García Valverde escribe sobre el ‘Triste centenario de la Estación de Matallana’: «Casi un siglo funcionando sin mayores problemas y han tardado poco más de un lustro en mandarlo todo a la mierda. El ‘invento’ del tranvía a nivel de calle, por muy moderno, europeo y vanguardista que nos lo presenten, es un fiasco mayúsculo. Teníamos un tren eficaz y práctico, que conectaba a multitud de pueblos de la ribera del Torío y otros más lejanos (incluso la industriosa Bilbao) con el mismísimo centro de la ciudad; un tren que llegaba al corazón de León discretamente, por su trinchera, sin alterar ni el tráfico rodado ni el pedestre. ¿Y qué tenemos ahora? Por lo pronto, un trazado urbano ferroviario que sólo sirve de paseo para viandantes, mientras los raíles y otras infraestructuras se avejentan, se oxidan y se degradan en espera de una dudosa puesta en servicio que, cuando menos, supondrá un peligro más para el tránsito de peatones y vehículos, al circular el convoy en el mismo nivel que aquellos. Parece mentira que estuviéramos años y años clamando por la supresión de los pasos a nivel, como el de El Crucero, y ahora resulta que nos llenan la ciudad de dichos impedimentos. Además, en todo este bochornoso proceso, se han cargado algunos elementos arquitectónicos singulares, notables referentes de la revolución industrial, como eran los puentes de los Maristas y Las Ventas. Mientras tanto, los sufridos viajeros tienen que tomar un autobús en la estación de Matallana para acercarse al barrio de La Asunción, en las afueras, donde tienen que abordar el ferrocarril. Un despropósito más que sobresaliente que se nos está vendiendo como ‘provisional’ pero que no tiene visos de llegar a ninguna parte. ¿Y no rueda ninguna cabeza? Pues parece que no».
c Ana de Diego García critica la ‘Opacidad en la concesión de los Premios Nacionales del Ministerio de Cultura’: «El Ministerio de Cultura ha hecho público a través del BOE de 9 de mayo de 2023 la Resolución de 27 de abril de 2023 por la que, como cada año, se convocan los Premios Nacionales de Música. En dicha resolución se establece que las candidaturas pueden ser presentadas por los miembros del jurado o por las entidades culturales/profesionales relacionadas con la música.
En consecuencia, las candidaturas presentadas por las entidades deberían tener la misma oportunidades de obtener el premio que las candidaturas presentadas por los miembros del jurado. Sin embargo, y después de décadas observando a quién se conceden estos premios, es evidente que las candidaturas presentadas por las entidades jamás obtienen el premio, el cual es sistemáticamente otorgado a las propuestas que hacen los miembros del jurado.
Asimismo obsérvese que también hay una opacidad absoluta en el procedimiento: el Ministerio jamás ha publicado ni las propuestas hechas por los miembros del jurado ni las candidaturas propuestas por las entidades. Dado que estas últimas llegan al Ministerio a través del registro electrónico Geiser del propio Ministerio o bien enviando un correo electrónico al Ministerio ¿cómo es posible que jamás se hayan hecho públicas? Así los ciudadanos podríamos saber el número de entidades que han propuesto a un mismo artista, y que quizá sería mayor que el número de votos del jurado a sus propias propuestas... Por otra parte habrá quien piense que, dado que cada año llegarán cientos de propuestas desde las entidades al Ministerio, los miembros del jurado quizá no tengan tiempo de leerlas todas y prefieran centrarse únicamente en sus propias propuestas. De ser así, sería deseable que el Ministerio lo aclarase y que se elimine la posibilidad de que las entidades puedan proponer candidaturas. Y así menos trabajo inútil para todos».
c Jesús Martínez Madrid titula su carta ‘La autocomplacencia’: «Acabamos de salir de unas elecciones, autonómicas y municipales, y preparando las generales o legislativas del próximo 23-J. lo que se dice y se plantea ayuda a entender muchas cosas, aunque no las compartamos. A veces, parece un concurso por parte de los líderes políticos de ‘a ver quién dice la mayor machada’, que con suavidad podemos calificar como autocomplacencia.
Ejemplos de esta autocomplacencia de los políticos en estos días los hay sobrados. Los justifican de muchas maneras: animar a sus votantes, proyectar una imagen de confianza y optimismo, dar titulares a los medios de comunicación, etc.
Para destacar las virtudes y los logros, no hace falta decir que se tiene más talento que nadie. Precisamente algunos alardea de evitar la crispación. Es un modo de ponerse a la cabeza, por encima de todos, que me chirría, y se le puede volver en contra tanto triunfalismo verbal. Algunos se creen ‘pertrechados mejor que nadie con las herramientas de nuestra tradición, nuestra historia y nuestra cultura’, etc.».
¿Cree que las urnas penalizarán a Pedro Sánchez por colocar
las elecciones generales
en un puente del verano?
SÍ 75%
NO 25%
Considera que León tiene posibilidades
de conseguir una Facultad de Medicina si se realiza un esfuerzo de unidad?