Los ojos de África miran para León

Una expedición de especialistas en oftalmología de León viajan el viernes a Guinea-Bisáu con la Fundación Elena Barraquer para operar los ojos de 300 pacientes y pasar más de mil consultas. Esta es la segunda vez que el voluntariado de esta fundación se traslada a Guinea-Bisáu aunque los especialistas de León ya han viajado a otros países africanos.  El primer destino fue en 2018 a Mozambique, en 2019, Gabón, en 2020 en Dakar, en 2021 en Missirah (Senegal) y el año pasado a Nouadhibou (Mauritania). 

El coordinador de esta expedición en León es oftalmólogo Jorge Sánchez Cañizal, junto a Teté Ferreiro, que viajarán con un  equipo formado por los facultativos Isabel Sendino y Borja Errazquín, el voluntario Alberto Astorga, el periodista cántabro Juan Novo, el oftalmólogos Ramón Cobián de A Coruña y Teresa Odriozola, enfermera, como  los enfermeros instrumentalistas Rosalía Marí Palau, Esteban Cancela Ces y la anestesista vasca Olatz Aramburu.

La trayectoria de los profesionales, respaldados por la Fundación de la Oftalmóloga Elena Barraquer, no sólo moviliza a los profesionales en oftalmología que se desplazan a operar ojos y devolver la vista a personas que se han quedado ciegas y que pueden volver a ver con una simple operación de cataratas. La aventura sanitaria de este año tiene una novedad. Viaja con la colaboración del  colegio San José de Calasanz de La Bañeza. El alumnado organizó una carrera solidaria con la que consiguieron recaudar 1.800 euros que han donado para el viaje de este año a Guinea-Bisáu.

«Con ese dinero podremos operar a 18 pacientes», asegura Jorge Sánchez, que se muestra agradecido por la iniciativa solidaria del centro y lo menores que colaboraron para conseguir más dotación económica para el proyecto. El resto del presupuesto para el viaje, el material oftalmológico y la disposición del quirófano en las zonas a las que se visita, corren a cargo de los patronos principales de la Fundación, junto con la organización de conciertos solidarios y mercadillo con ropa y objeto donados por particulares en Barcelona «y muchas personas que colaboran a nivel individual con el proyecto».

La preparación

El equipo médico llega a Guinea con una agenda con 300 operaciones de ojos, en su mayoría de cataratas, aunque también abordan todo tipo de patologías que en este primer mundo se solucionan fácilmente y que en algunos países de África suponen la ceguera permanente. 

Por el quirófano pasarán pacientes de corta edad, casi recién nacidos, y adultos con de 80 años. «El glaucoma es una de las patologías que más afecta a la población africana, principalmente a pacientes jóvenes, que también padecen patologías en la superficie ocular, retinopatías y vemos muchos desprendimientos de retinas».

El equipo sanitaria permanecerá en la zona hasta el 25 de junio. «Llevamos todo el material, montamos el quirófano y comenzamos con la actividad quirúrgica  y estamos todo el día operando durante cinco días. Después hacemos las revisiones y el último día es para las últimas consultas y revisiones y recoger todas las cosas».

El equipo de Fundación Elena Barraquer que forma parte de las expediciones asistenciales quirúrgicas está formado por cirujanos oftalmólogos, oftalmólogo clínico, anestesista, instrumentista y ayudantes de campo. Son todos voluntarios que se pagan el billete de avión. La Fundación Elena Barraquer se encarga de obtener los visados y realizar los trámites de entrada en el país y proporcionar la estancia y manutención de los voluntarios que participan en todas nuestras expediciones.

En el año 2022 realizaron 15 expediciones en las que se operaron 5.292 cataratas con más de 15.000 consultas oftalmológicas realizadas. «En este año 2023 el objetivo es conseguir 22 expediciones y hasta la fecha ya se han operado 2.856 cataratas», explica  Jorge Sánchez. 

«La mayoría de las personas que operamos llevan hasta diez años sin poder ver por culpa de las cataratas, una intervención sencilla que, por las condiciones en las que viven allí, merma su calidad de vida», explica el oftalmólogo Jorge Sánchez.

La llegada de los oftalmólogos es recibida con esperanza por los habitantes de la zona y muchos de los que están en la lista para entrar en el improvisado quirófano hacen viajes de varios días caminando hasta llegar al centro habilitado, en muchas ocasiones locales que tienen que acondicionar con toda la tecnología y las condiciones necesarias para realizar ese tipo de intervenciones.

«Es la hostia». Es la primera expresión con la que el oftalmólogo leonés Jorge Sánchez define la experiencia de devolver la vista a personas que llevan prácticamente toda su vida sin ver la luz. «Sentimos mil cosas positivas porque lo haces por gente que lo necesita y ayudas a que tengan un cambio radical en su vida con operaciones que son muy sencillas, que duran unos quince minutos y a los veinte minutos después ya pueden ver mejor de lo que veían. Es una satisfacción tanto para ellos como para nosotros», asegura.

Una labor sanitaria que tiene una repercusión social, no sólo porque la persona que está ciega recupera la vista. «Lo normal en estos países es que las personas que están ciegas estén al cuidado de las mujeres de la casa, generalmente niñas que no pueden ir al colegio porque tienen que dedicarse a los cuidados. Cuando esta persona mayor puede ver ya no necesita que la ayuden y las niñas pueden volver al colegio».

Entre las experiencia positivas inolvidables para Jorge está el de un hombre de 75 años. «Entró al quirófano ciego, le operamos de cataratas y cuando salió ya veía. Tiró el palo que llevaba y que le servía de bastón y comenzó a bailar en la calle». O el de una niña de diez años cuya expresión después de la operación se le quedó grabada para siempre. «Hay que tener en cuenta el contexto y el entorno. Muchas de las personas que se acercan a las consultas cuando vamos nunca han visto a personas blancas y se entregan, se confían para que les pinchemos el ojo y las operemos. Recuerdo una niña de diez años, bastante introvertida y asustada. Es muy probable que estuviera casi ciega desde que nació. Cuando terminé de operarla, en la misma camilla de operaciones, me miró. No dijo nada, no mostró ninguna emoción ni expresión, pero se le cayeron las lágrimas mientras me miraba».

El equipo ya está preparado. «Vamos con mucha ilusión, como siempre».

En los países en vías de desarrollo, 4 de cada 5 personas que son ciegas podrían no serlo. Las cataratas, son la causa principal de ceguera en el mundo. La Fundación Elena Barraquer organiza expediciones médico quirúrgicas a lugares remotos del mundo para llevar a cabo cirugías de cataratas con el fin de restaurar la vista. «Nuestro compromiso para reducir ese número, y por lo tanto colaborar con el desarrollo económico y social, es la razón de nuestro trabajo».

5.292 cataratas operadas en 2022

En el año 2022 se operaron 5.292 cataratas en las 15 expediciones de la Fundación Elena Barraquer. El personal sanitario suele ir acompañado de fotógrafos profesionales o periodistas que dejan testimonio gráfico de las personas a las que se operan.

En la secuencia de arriba, parte de las personas operadas en Mauritania por la expedición organizada desde León y con la participación de oftalmólogos y enfermeras y técnicos de la provincia.

Las cataratas en los ojos es la principal causa de ceguera en el mundo. La cirugía es un proceso rápido e indoloro, muy habitual en el primer mundo, pero nada habitual en el tercer mundo.