León pide más soporte técnico para donar más sangre

«En la provincia de León hemos tenido un crecimiento espectacular». El presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de León, Martín Manceñido, se muestra orgulloso de la respuesta y solidaridad de los leonses que han hecho crecer un 8% el número de donaciones de sangre en un año, muy por encima de la media de Castilla y León, que está en el 1,3%. Pero no es suficiente. «El objetivo es aumentarlo porque hace mucha falta». Manceñido está convencido de que León necesita más soporte técnico del Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León e insta a este organismo a programar más salidas y más colectas en la provincia para poder donar más. «Con más soporte y más salidas conseguiremos mantener e incrementar el ritmo del año pasado». Ese ritmo estuvo en el año 2022 en las 1.100 donaciones al mes. «Si el soporte técnico está a la altura los donantes de sangre responderán».

En la provincia de León hay 15.500 donantes activos que extendieron su brazo para obtener 12.944 donaciones el año pasado.

La disminución puntual de las reservas de sangre en la Comunidad llevaron al Centro de Hemodonación, centralizado en Valladolid, ha realizar varios llamamientos para no dejar a los hospitales sin sangre, sobre todo durante los periodos vacacionales. El verano es una etapa crítica en los centros hospitalarios ya que con las vacaciones de los donantes disminuyen también el número de bolsas necesarias para las intervenciones quirúrgicas. Y también para la fabricación de ciertos medicamentos, en los que el plasma es un ingrediente fundamental.

Castilla y León dispone de una unidad móvil para estimular la donación de plasma, pero desde su puesta en funcionamiento hace cuatro meses todavía no ha llegado a León. El proyecto europeo Supply busca la suficiencia farmacológica derivada de este componente sanguíneo. Castilla y León podría ahorrarse hasta seis millones de euros en productos que compra a Grifols.

«Estamos intentando favorecer la donación de plasma porque es muy importante ya que hay un décifit en Europa y en España y es muy necesaria para fabricar medicamentos».

El plasma es una parte de la sangre, transparente y amarillento, rico en sales minerales y una gran cantidad de proteínas. Con el plasma se fabrican inmunoglobulinas, factores de coagulación, albúmina y fibronégenos, todos destinados a pacientes con problemas en la sangre. Es decir, una parte de la sangre se transfiere directamente a los pacientes que lo necesitan y otra parte se convierte en medicamentos para poder tratar a esos mismos y otros pacientes. Todas las variantes salvan vidas y sirven para tratar enfermedades.

En la 51 asamblea de la Hermandad de Donantes de Sangre celebrada ayer se puso en valor la «solidaridad y el compromiso» de los donantes de sangre y se entregaron distinciones a 31 de ellos.

En representación de los que se han incorporado este año con 18 años están Pablo Álvarez Grande, Clara Rubio Reinares, Lucía Rubio Reinares y Paula Iglesias González. «He donado sólo una vez por primera vez en noviembre y no pude volver a donar porque tenía bajo el hierro», asegura Paula Iglesias, que estudia Enfermería. Su grupo sanguíneo es 0+. «Lo hago por solidaridad y humanidad para ayudar a mucha gente. Aconsejaría a la gente joven que done sangre porque hay mucha gente que lo necesita y si eres joven se supone que tienes más salud».

La Hermandad de Donantes distinguió a 19 personas en representación de los grandes donantes. Entre ellos está Manuela Bodas Puente, Juan Carlos Boixo Pérez, Blanca Casado Rodríguez, Raúl de Asis Soto, Jesús García García, José Luis González Ferrero, Ángel Guerrero Blanco, Blas David López Alonso, Natividad Pascual Menéndez, Manuel Pérez Fernández, Daniel Pérez Marcos, Carlos Prieto Rodríguez, Ricardo Rodríguez Carrasco, José Pedro Rodríguez Domínguez, Arsenio Rodríguez Garrido, Pilar Rodríguez Gorgojo, Aureliano Sánchez Pérez, Luis Vázquez Pampín y María José López Mendaña.

López Mendaña es A+ y dona sangre desde los 18 años y a sus 66 ya ha donado 68 veces. «Soy de Veguellina de Órbigo y con 18 años aproveché que vinieron mis tíos a comprar a León y me vine con ellos. No sabía si podía comer o no así que no desayuné. Estuvimos toda la mañana de compras y sobre la una del medio día fuimos al Hospital de León para que donara sangre. A mitad de la donación me mareé, en un segundo. Cuando desperté había un montón de personal sanitario a mi alrededor. Hay que respetar las recomendaciones. Tampoco hay que fumar, porque otra de las veces fumé nada más donar sangre y me mareé también, aunque no llegué a perder el conocimiento. Me motiva mucho saber que puedo ayudar a salvar una vida».

La Hermandad tuvo una mención especial para los donantes de plasma, que ahora se promociona. Carlos González de la Puente, Guillermo González González y Mar Cordero Cañal.

Cordero Cañal tiene 51 años y dona sangre desde los 18. Es A+. «No recuerdo cuando fue la primera vez que doné sangre, pero empecé a donar plasma desde los 21. Me animaron porque me dijeron que tengo una vena superbuena para eso. A veces no he podido donar porque estoy baja de hierro, que es algo muy común en las mujeres. Hay que animar a que se done plasma, porque hay pocos. Se pude donar una vez al mes. Puedes ayudar a mucha gente, mi padre l o necesitó una vez».

En la ofrenda de flores en el monumento al donante de sangre, asistió el alcalde de León, José Antonio Diez, que reconoció a los donantes «la gran labor en la preservación de la salud pública».

El mérito provincial a la donación de sangre fue para las dos empresas que organizaron la colecta el año pasado, Decathlon León, Grúas Juan, Rebeca Martínez García, del área de sostenibilidad de la ULE, Belén Aren Rodríguez, de Activos y Felices, y José Varela, de Cruz Roja.