Vicente Barrul, primer gitano enfermero en León: «Pasar por un cáncer me llevó a elegir la enfermería»
Acaba de graduarse en Enfermería en la ULE tras superar más obstáculos vitales que culturales
Vicente Barrul se graduó este curso como enfermero en la Universidad de León. Es la primera persona de etnia gitana que consigue entrar en una de las carreras con nota de corte más alta en el campus leonés. «Cuando yo entré se necesitaba un 10,50, pero no fue algo que me preocupara porque yo tenía 11,542», comenta.
El éxito educativo de este joven de 23 años es fruto de la normalización escolar de cada vez más chicos y chicas de etnia gitana y de su tesón por acceder a una profesión que empezó a amar y admirar como paciente.
A los 14 años, a Vicente Barrul le diagnosticaron un linfoma. Estaba en 3º de ESO y sufría por no poder hacer un examen. «Tengo un examen mañana», decía como si el cáncer pudiera esperar. La realidad se impuso a sus deseos y durante dos años hubo en parón en su vida y en los estudios.
«El tratamiento fue bien, tuve que repetir un curso, que lo hice en casa, y en cuarto ya me incorporé al instituto», comenta. «La parte buena —añade— fue que conseguí tener una muy buena relación con mi madre y en el hospital me trataron tan bien que decidí que quería estudiar Enfermería ».
Los cuatro años de carrera se le han pasado en un suspiro. «Estoy contentísimo y ahora espero a pasar el verano. Mi idea es irme a Alemania a trabajar», apunta. Una profesión tan demandada en León que los compañeros que se apuntaron a la bolsa de empleo tenían trabajo a los 45 minutos de apuntarse.
De momento, no está interesado en especializarse porque no siente una vocación especial por ninguna y tampoco comparte cómo están planteadas. En su experiencia de prácticas lo que más ha disfrutado es el trato con los pacientes. «Soy una persona muy sociable y una de las cosas que más me gustan es el trato con el paciente», confiesa. También le apasiona el aprendizaje «sobre máquinas y técnicas más complejas como las que se manejan en la UCI».
El joven asegura que no busca destacar por lo que ha hecho, pero admite que «si puedo ser un referente para que un niño o una niña, sea gitano o no, para que vea que sí se puede» se da por satisfecho. Los referentes son uno de los aspectos que se quieren fomentar con el Encuentro Educativo de Estudiantes Gitanos que clausuró ayer el joven leonés en la Facultad de Educación ante más de medio centenar de niños, niñas y adolescentes que también han superado con éxito diferentes etapadas educativas.
Vicente Barrul, que ha sido alumno del colegio La Palomera y posteriormente del IES Legio VII, señaló que «estudiar te abre la mente y las oportunidades». Su experiencia vital es un ejemplo de que los obstáculos que presenta la vida no solo tienen que ver con la etnia. Como sabe bien por su experiencia vital, al enfrentarse a un cáncer con tan corta edad, «podemos tener en nuestra vida no sólo obstáculos culturales, sino otras incidencias que a veces son las que te hacen mejorar».
Lo importante, añadió, «es que los obstáculos se pueden solventar». «Hay muchos factores que influyen para que los gitanos no estudien», precisa el joven. «Unos padres que no han estudiado no pueden darle esas herramientas a sus hijos; no se puede decir que sea por dejadez».
Personalmente, se considera un joven afortunado porque «he crecido en un ambiente en el que no se me ha discriminado por ser gitano ». Cree que «tener una apariencia ‘no gitana’» le ha librado de una discriminación directa. Ha vivido la discriminación indirecta a través de la que han sufrido familiares cercanos «a la que se considera gitana». Y se da cuenta de «la cantidad de prejuicios y estereotipos que se mantienen en la sociedad sobre la etnia gitana cuando la «gente se sorprende al saber que soy gitano, ya que ‘no lo parezco, no hablo como tal, tengo estudios’»
Vicente Barrul es un referente más que se suma a la cada vez más larga lista de estudiantes que superan la ESO, el Bachillerato, la Universidad o los ciclos formativos. «Los estudios también van con la etnia gitana, la educación se está normalizando en gran parte gracias a la labor y el apoyo de fundaciones como el Secretariado Gitano o la Fendó Garlochí de mi padre», señala el joven enfermero.
Vicente Barrul Fernández es hijo de Vicente Barrul, preparador de boxeo y que a través de este deporte y del gimnasio ha fomentado el voluntariado para ofrecer clase de refuerzo a los niños y niñas que lo precisan.
La Fundación Secretariado Gitano cuenta con varios programas en cada etapa educativa para acompañar a los escolares y remover los obstáculos que ha encontrado el pueblo gitano para acceder a la educación.
Los alumnos y alumnas de los diferentes programas educativos de la FSG, Promociona+ y Promociona-T, Postobligatorio y Radio Ecca, así como el alumnado del centro de educación infantil Hogar de la Esperanza, acompañados de sus familiares y amigos, recibieron con orgullo su reconocimiento al esfuerzo realizado durante el curso académico.