Diario de León

El pan de cada día de 773 leoneses

La Asociación Leonesa de Caridad presenta su memoria anual con un déficit de 7.433 euros y un aumento del 30% en el coste diario del servicio

Constancio García Paramio, Vera López, Félix LLorente y sor Esther Seoane. FERNANDO OTERO

Constancio García Paramio, Vera López, Félix LLorente y sor Esther Seoane. FERNANDO OTERO

León

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«Si se cierra el comedor social, yo me muero». Con esta frase que Félix Llorente escuchó decir a uno, de los 773 usuarios que tuvo el servicio el año pasado, el presidente de Asleca puso de relieve la importancia que la cocina económica tiene para las personas más necesitadas.

 El año pasado se sirvieron 81.115 menús en el comedor social. Un total 20.350 desayunos, en total fueron 31.000 comidas, 3.750 meriendas y 26.015 cenas. Para cumplir la misión pedagógica propuesta contrataron en 2021 a una educadora social que, junto con la trabajadora social del centro, las Hijas de la Caridad y el voluntariado, atienden el espacio de acogida que se abrió en la misma fecha y se ha ido mejorando.

«Es un espacio que les permite descansar porque muchos viven en la calle o en pensiones que no reúnen condiciones para pasar el día», subraya la directora, sor Esther Seoane.

El comedor es «la actividad más importante que se realiza en la casa es el comedor social y su entorno», incidió. No se trata solo de dar de comer. «Tiene que ser educativo, por eso realizamos otras actividades con las que buscamos que las personas no se perpetúen en la pobreza y vivan con dignidad y responsabilidad», añadió la hermana.

Las prácticas de higiene son complementarias al comedor social. Asleca proporciona duchas (778 usuarios), lavado (3.675 prendas), planchado y cosido de la ropa en el tiempo intermedio entre las comidas. Por el servicio de peluquería pasaron 35 personas.

Por las tardes ofrecen café y pastas, «no damos una merienda en condiciones porque ya de por sí a veces se tira comida y no queremos que se desperdicie la cena», recalcó.

Sor Esther se mostró satisfecha de haber logrado en este tiempo que el comedor sea «un espacio de diálogo» y no un lugar donde solo se vaya a comer. «Cuidamos el orden y que no haya voces, pero es muy positivo el crecimiento en dignidad y diálogo», puntualizó.

El comedor social no es ajeno a los vaivenes de la macroeconomía y mantenerlo supone un esfuerzo diario de donantes, instituciones, personal y voluntariado de la casa con independencia de la inflación. El aumento del coste de la vida golpea las cuentas de la Asociación Leonesa de Caridad (Asleca). El coste medio diario del mantenimiento de su servicio estrella, el comedor social, ha pasado de 1.491 euros en 2021 a 1.820,16 en 2022, con un incremento de casi el 30% en tan solo un año.

Así se desprende de la memoria que presentaron este jueves el presidente de la asociación centenaria, Félix Llorente, junto con el administrador, Constancio García Paramio, y la directora e Hija de la Caridad, sor Esther Seoane, que estuvieron acompañados por la concejala en funciones de Bienestar Social, Vera López.

Si se toma como referencia el último cuatrienio la subida del coste diario de este servicio dirigido a personas en riesgo de exclusión y sin hogar, se ha disparado un 67% respecto a 2018, ejercicio que se cerró con una cifra media de 1.076 euros diarios para dar de desayunar, comer y cenar a un centenar de personas.

La subida de los precios de los alimentos, que es el principal gasto de la entidad, junto con la luz y otros gastos son los que más han incidido en el aumento del coste diario del comedor social. «Se nota cuando el administrador cierra las cuentas y los gastos superan a los ingresos», subrayó Llorente. En 2022, el déficit fue de 7.433,82 euros.

«Después de una crisis sin precedentes e inesperada y una cruel guerra, en esta casa hemos seguido trabajando sin descanso», apuntó Félix Llorente. «Defender a los más débiles y poner un plato a quien más lo necesita», es el objetivo de Asleca, organización caritativa creada en 1906 por un grupo de prohombres leoneses que a día de hoy mantiene su vigencia.

Durante 2022, Asleca ha contado con 437 donantes, 135 colaboraciones puntuales; 33 donaciones de parroquias, empresas e instituciones y 269 cuotas domiciliadas, desgranó Constancio García Paramio. Los recursos totales provienen en un 54% de particulares y en 46% de subvenciones. Este último capítulo tuvo una partida extraordinaria de 140.000 euros de fondos europeos destinada expresamente a mejoras y modernización de la casa de acogida de víctimas de violencia de género, el otro servicio capital de Asleca en León.

Los ingresos ascendieron a 656.925 euros, unos 54.407 euros más que en 2021 cuyo ejercicio se cerró con 606.528 euros de ingresos totales. Las subvenciones oficiales proceden del Ayuntamiento de León, la Diputación y la Gerencia de Servicios Sociales y sumaron un total de 340.491,18 euros.

La Junta de Castilla concedió 29.403 euros a Asleca a través del reparto del 0,7% del IRPF en su tramo autonómico, así como una ayuda de 98.900,75 euros para la casa de acogida y fue la entidad que canalizó los 140.000 euros de fondos europeos para este dispositivo que forma parte de la red asistencial a las víctimas de violencia de género en Castilla y León.

La Diputación provincial dedicó 16.176,46 euros a la casa de acogida y el Ayuntamiento de León otros 9.000 euros, además de 4.822 para el comedor social. Asleca recibió también una bonificación de 2.043 euros para seguros sociales. 

El principal desembolso de Asleca son los alimentos que sumaron una partida de 228.108 euros y suponen el 33% del gasto total en 2022. Por detrás se encuentran los costes del personal empleado, que ascendió a 190.280 euros y el 28,69% del total del gasto, seguido de los suministros, con 48.350 euros y un 7% del gasto total.  La remodelación de la casa de acogida supuso el 21,19% de este apartado.

Las Hijas de la Caridad, vinculadas desde sus inicios, mantienen una comunidad de siete hermanas que realizan tareas diversas, desde la recepción a la lavandería, el servicio de café, etc. Sin embargo, toda la actividad que lleva a cabo sería imposible sin las 72 personas voluntarias que semanalmente se rotan en las diferentes actividades para las que se han comprometido.

La concejala en funciones de Bienestar Social del Ayuntamiento de León, Vera López, subrayó la «importantísima labor» que cumple Asleca. «Abren el comedor todos los días del año y además de otros apoyos ayudan a la compra diaria de alimentos a familias que lo precisan».

«Desde el Ayuntamiento de León estamos en contacto constante y apoyamos y agradecemos su trabajo», subrayó. López tuvo un especial reconocimiento a las Hijas de la Caridad que llevan más de cien años al frente.

La concejala destacó el apoyo a las víctimas de violencia de género y el papel de las mujeres en la realización de los trabajos más difíciles, duros y poco reconocidos, que se ve también en la asociación con una amplía mayoría de mujeres en el voluntariado.

 

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