Diario de León
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Mientras los pulpos duermen, pasan por dos fases, una tranquila y otra activa, parecida a la fase REM en los humanos y otros mamíferos, que es en la que se producen la mayoría de los sueños. La actividad cerebral y el patrón cutáneo de los pulpos (Octopus laqueus) durante el periodo activo de sueño se asemeja mucho a la actividad neuronal y al comportamiento del patrón cutáneo cuando están despiertos, indica un estudio del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (Japón) y la Universidad de Washington, que publica Nature. Cuando los pulpos duermen, sus tranquilos periodos de letargo se ven interrumpidos por breves estallidos de actividad frenética, en la que sus brazos y ojos se agitan, su respiración se acelera y su piel destella con colores vibrantes.

En los mamíferos también se produce actividad similar a la de la vigilia durante el sueño de movimientos oculares rápidos (REMR), la fase en la que se producen la mayoría de los sueños.

El estudio pone así de relieve las notables similitudes entre el comportamiento del sueño de los pulpos y el de los humanos y aporta ideas sobre el origen y la función del sueño. «Todos los animales parecen mostrar alguna forma de sueño, incluso los más simples, como las medusas y las moscas de la fruta. Sin embargo, durante mucho tiempo solo se sabía que los vertebrados realizaban ciclos entre dos fases de sueño diferentes», explica el autor principal del estudio, Sam Reiter, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa. «El hecho de que el sueño en dos etapas haya evolucionado de forma independiente en criaturas lejanamente relacionadas, como los pulpos, que tienen estructuras cerebrales grandes pero completamente diferentes a las de los vertebrados, sugiere que poseer una etapa activa, similar a la de la vigilia, puede ser una característica general de la cognición compleja», agregó otro de los autores, Leenoy Meshulam, de la Universidad de Washington. En primer lugar, los científicos verificaron si los pulpos estaban realmente dormidos durante este período activo, para lo que probaron si respondían a un estímulo físico y descubrieron que, tanto en la etapa tranquila como en la activa del sueño, requerían una estimulación más fuerte antes de reaccionar, en comparación con cuando estaban despiertos.

El equipo también descubrió que si impedían que los pulpos durmieran o los interrumpían durante la fase activa del sueño, luego entraban en el sueño activo antes y con mayor frecuencia. Además, se centraron en la actividad cerebral de estos animales cuando están despiertos y dormidos. Durante el sueño tranquilo, los científicos observaron ondas cerebrales características que se asemejan mucho a ciertas formas de onda observadas durante el sueño no REM en cerebros de mamíferos llamados husos del sueño.

Aunque la función exacta de estas formas de onda no está clara, ni siquiera en los humanos, los científicos creen que ayudan a consolidar los recuerdos. Los investigadores determinaron que estas ondas similares a husos del sueño se producen en regiones del cerebro de los pulpos asociadas con el aprendizaje y la memoria, lo que sugiere que «estas ondas cumplen potencialmente una función similar a las de los humanos».

Aproximadamente una vez por hora, los pulpos entraron en una fase de sueño activo durante alrededor de un minuto, con una actividad cerebral muy parecida a la que tienen cuando están despiertos, al igual que el sueño REM en los humanos. Una idea intrigante es que estos animales podrían estar reviviendo y aprendiendo de sus experiencias de vigilia, como cazar o esconderse de un depredador, y reactivar el patrón de piel asociado con cada experiencia. En otras palabras, podrían estar haciendo algo similar a soñar, indica el Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa en un comunicado.

En este sentido, «mientras que los humanos pueden informar verbalmente de qué tipo de sueños tuvieron solo una vez que se despiertan, el patrón de la piel de los pulpos actúa como una lectura visual de su actividad cerebral durante el sueño», dijo Reiter. El investigador añadió que actualmente no se sabe «cuál de estas explicaciones, si es que hay alguna, podría ser correcta» y agregó que están «muy interesados en investigar más a fondo».

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