El ajo pina la bandera del valor local
La feria agroganadera ideada alrededor del producto local prologa este fin de semana el programa festivo que el Ayuntamiento de Villarejo ha preparado para honrar las patronales del Carmen hasta el próximo día 24
Sin escalas, ni intermediarios, ni mezclas que bastardeen su autenticidad, el ajo reclama un año más el trono en el que se pina cada verano. En un escaparate excepcional, la feria municipal agroganadera de Veguellina de Órbigo, que prologa este fin de semana el programa festivo de las patronales de El Carmen que se extenderá hasta el día 24 de julio, rinde tributo al producto que se enseñorea en la despensa de la producción local con un lema que no engaña: «De la tierra a la mesa».
Ese trecho corto colma de sabor una cita en la que se exhibe la pujanza de los productores locales, el esfuerzo por la tradición de los cultivos de toda la vida y la apuesta por los manjares de la tierra como reivindicación de las oportunidades para el asentamiento de población en el medio rural. Las tres cualidades amplían el abanico de propiedades alimenticias e incluso medicinales que se han asociado a una planta que, acostumbrada a crecer en las condiciones más adversas, se convierte en emblema de la lucha por la supervivencia de la tierra que encuentra alimento en la fertilidad de la ribera del Órbigo.
La oportunidad de un producto al que agarrarse y hacer bandera la aprovecha el Ayuntamiento de Villarejo de Órbigo para completar un programa festivo y cultural. Con el ajo como cebo, la propuesta se abre este fin de semana alrededor de los escaparates en los que se ofrecen las ristras y los productos agroganaderos, pero se alarga con un amplio listado de actividades musicales, etnográficas y deportivas en las que, con El Carmen como altar venerado, se abre la puerta a las grandes ferias provinciales veraniegas.
No sólo León, sino las provincias limítrofes, Madrid, Asturias e incluso Andalucía, se asoman de esta manera al Órbigo con el reclamo del ajo que lanza Veguellina. El pueblo se conjura para mostrar la riqueza de su producto estrella para favorecer el desarrollo endógeno, pero además muestra las tradiciones que han hecho que el cultivo de la tierra y el mimo de la herencia de los mayores no hayan perdido ni un ápice de su sabor tradicional.