Cultivar una patente en León: venderla es más difícil que crearla
-En los últimos tres años: 24 inventos en León. En España no hay cultura de preservar.
Samuel Álvarez García es el responsable de la candidatura del modelo premiado en la categoría de ‘modelos de utilidad’ a la mejor invención protegida mediante derechos de propiedad industrial 2023. Dotado con 2.500 euros, el premio ganador denominado ‘cámara de cultivo' se ideó para evaluar los efectos de compuestos volátiles en las interacciones planta-microorganismo’. También están en el equipo Antonio Esteban Encina García, Pedro Antonio Casquero Luelmo y Guzmán Carro Huerga, todos ellos investigadores de la ULE.
El investigador leonés afirma que la universidad ayuda mucho en el proceso de patentar . «Los investigadores tendemos a publicar los resultados, y después ya no se puede patentar. No sabemos los procesos legales».
La Universidad de León reguló mediante el Acuerdo de Junta de Gobierno la normativa de protección de los resultados de investigación. Los profesores de la ULE están obligados a notificar inmediatamente, mediante el impreso «Comunicación de Invenciones», al Secretariado de Gestión de la Investigación la existencia de una invención resultado de su función investigadora que pertenezca al ámbito de sus competencias docentes o investigadoras en la Universidad.
Según la Oficina Española de Patentes y Marcas, en Castilla y León llevan solicitadas 21 patentes. León cuenta con tan solo 3 concedidas , dos de ellas siendo modelos de utilidad y una más solicitada. En 2022 se registraron en León 11 patentes y en 2021, 10.
La cámara de cultivo objeto de la invención es de aplicación en el campo de la investigación in vitro en botánica, fisiología vegetal y agricultura, y más concretamente en la categoría de recipientes y tubos de ensayo in vitro de plantas o partes de plantas. En 2019 se registró la patente inicial y, a partir de eso, se llegó a este modelo de utilidad, una invención de carácter industrial de menor rango que la patente, consistente en mejoras, modificaciones o diseños de nuevas estructuras de objetos con alguna aplicación o ventaja práctica.
Samuel asegura que su proceso se llevo a cabo en tan solo dos años, ya que la oficina de patentes no puso problemas y no había nada similar. La ULE corrió con todos los gastos.
«Lo que es realmente difícil es la transferencia de las patentes al proceso productivo, venderlo a una empresa» explica el inventor. Esta patente se extiende a otros países, Japón o Cánada entre alguno de ellos. El siguiente paso es venderla a empresas multinacionales del sector. «Estamos intentando venderla a empresas de fabricación de material de laboratorio».
Castilla y León reduce su número de patentes y pierde la iniciativa innovadora frente a años anteriores pero gracias a las mejoras promulgadas por la ULE, en León hay un impacto positivo.
En las investigaciones se busca un retorno económico, y una patente puede tardar años en venderse o no llegarse a vender nunca.
Los investigadores como Samuel Ávarez y su equipo, no tienen los conocimientos para difundir una patente y contactar con las empresas, por eso es tan importante concienciar de la importancia de proteger la propiedad intelectual y que las instituciones ayuden y lancen medidas para asesorar y financiar.
El proceso de transformar una idea en un producto o servicio conlleva trabajo, inversión y estrategia. Simplemente tener una idea brillante no garantiza automáticamente su éxito económico. Es necesario dedicar tiempo y recursos para desarrollarla, investigar su viabilidad técnica y comercial, y llevar a cabo los pasos necesarios para convertirla en una realidad tangible.
Es crucial encontrar formas efectivas de comercializarlo. Esto implica comprender el mercado objetivo, diseñar estrategias de marketing, establecer precios adecuados y comunicar el valor del producto o servicio de manera convincente. Sin una estrategia de comercialización sólida, incluso el producto o servicio más innovador puede pasar desapercibido y no generar beneficios.
Samuel participó esta semana en el congreso de la federación europea de sociedades microbiológicas en Alemania. El miércoles presentó el panel con su propuesta, una oportunidad única para darse a conocer y extender su nombre.
El evento está organizado por FEMS. Establecida en 1974, la organización es ahora una federación activa y diversa de 55 sociedades científicas europeas que incluye alrededor de 30,000 profesionales que están comprometidos con el avance de la microbiología en beneficio de la sociedad.
Ubicados en 38 países europeos, alrededor de la mitad de estos profesionales son investigadores de carrera temprana, y el resto incluye científicos de la industria, académicos establecidos, educadores y activistas.
La Asociación de Microbiología General y Aplicada (VAAM) reúne a unos 3500 científicos con orientación microbiológica. El objetivo general del VAAM es utilizar los hallazgos científicos en microbiología en beneficio de la sociedad y la naturaleza. Para lograr este objetivo, promueve el intercambio de información y la colaboración entre sus miembros. Además, siempre fue una misión de la VAAM fomentar a los jóvenes académicos.
El programa científico se presentó en sesiones en vivo y presenciales y constaba de lecturas, simposios, presentaciones de pósters, y eventos en los que varios profesionales hablaron sobre un tema en particular con preguntas del público.
El futuro de Samuel se prevé brillante, al igual que el resto de su equipo. Un proyecto con impacto en la cuidad.
Invento pionero para ensayos microbiológicos
El campo de las interacciones planta-microbio mediadas por Compuestos Orgánicos Volátiles Biogénicos (COVB) todavía enfrenta varias limitaciones debido a la falta de equipos confiables. El equipo liderado por Samuel Álvarez García presenta un novedoso dispositivo diseñado para evaluar interacciones volátiles planta-microbio in vitro.
Se probó evaluando los efectos que ejercen sobre el desarrollo del trigo los volátiles de tres cepas de Trichoderma harzianum(hongo beneficioso para las plantas), una silvestre y dos genéticamente modificadas
La revista ‘Plants Science’ publicó en 2022 un artículo firmado por los creadores de este dispositivo, ahora premiado, en el que se afirmaba que la cámara podría convertirse en una «metodología estándar para la evaluación de interacciones volátiles planta-microbio in vitro». Además, a modo de conclusión se señalaba que «a medida que este campo gana interés, pueden surgir nuevos usos y aplicaciones para estos dispositivos en la comunidad científica».
Hasta ahora, solo evaluaron parámetros fisiológicos en las plantas. Se necesita más investigación para revelar los rasgos genéticos y moleculares que se encuentran detrás de las interacciones dentro de las cámaras.