Las reclamaciones de paternidad están al alza

Hace un siglo, el porcentaje de madres solteras era elevadísimo. Conseguir el reconocimiento de la paternidad en la mayoría de los casos era misión imposible para las madres. La sociedad actual es radicalmente distinta. «Son muchas las mujeres que se quedan embarazadas y no quieren que el padre participe de la crianza y cada vez más los hombres que reclaman la paternidad», comenta la abogada Charo Llamera.

Las técnicas de ADN que en los primeros tiempos se usaron más por parte de las mujeres, ahora son prueba fundamental a la hora de probar la paternidad que reclaman los hombres. Este trámite se realiza mediante una demanda de reclamación de paternidad. Es la vía judicial de establecer legalmente la filiación de un padre con respecto a su hijo.

El primer paso es que el hombre presente alguna prueba documental de la relación con la madre. A partir de ahí se tienen que poner en marcha las pruebas biológicas que acrediten el parentesco entre padre e hijo y que básicamente consiste en una prueba de ADN. El artículo 767 de la Ley de Enjuiciamiento Civil establece las consecuencias de la negativa injustificada de un padre o una madre a la prueba, que permitirá al tribunal declarar la filiación reclamada.