Dos abuelas leonesas de anuncio

Este miércoles, festividad de San Joaquín y Santa Ana, se celebra el día de los Abuelos. La asociación Activos y Felices de León, que tiene diversos programas enfocados al envejecimiento activo, reivindica la figura de abuelos y abuelas y el papel que cumplen como sostén de los cuidados en la familia.

La aportación de las personas mayores tiene también una dimensión cultural, social y afectiva. «Ellos transmiten sabiduría, tranquilidad, cariño, estabilidad y muchos otros valores necesarios en la vida. El beneficio es para todos: para los abuelos, los nietos y los padres de ellos», señala la presidenta de Activos y Felices, Belén Aren.

Marta Eva Pérez Puente es una de las abuelas leonesas que ha contribuido «más que la guardería» a la crianza de su nieta, que ahora tiene ya 12 años y vuela con la adolescencia. Tras una larga vida laboral —47 años cotizados— en la tienda de alfombras que fundó su padre y que heredó y regentó hasta su jubilación, se prejubiló poco antes de cumplir los 65.

Empezó a buscar actividades para llenar su tiempo libre y conoció Activos y Felices, «por casualidad». «Me dijeron que enseñaban a bailar en un centro cívico y me apunté. Un día al salir me encontré con una amiga que hace 43 años que la conozco y también iba a gimnasia allí. Empecé con las actividades de ocio del Ayuntamiento de León y me apunté también a Activos y Felices. Me ha venido muy bien», explica.

Cuando la empresa de cosmética Olay se puso en contacto con Belén Aren para proponerle que alguna de sus socias participara en el casting para un nuevo anuncio de una crema antiarrugas, se lanzó a la aventura fotográfica y a bailar con la coreografía solicitada por la compañía.

«Nos salió estupendamente, primero lo hicimos con una chica y luego nos grabaron individualmente», explica Marta Eva. Si el baile supuso una disciplina porque había que repetir la pauta que les enviaron en un enlace, en la sesión de fotos se soltaron la melena (en sentido figurado por ambas llevan el pelo corto) y sacaron su fondo de armario para posar con todo tipo de vestuario. «Fue superdivertido», asegura Marta Eva.

Ha sido una experiencia para repetir, señala Nila Aller Aller. A sus 78 años, esta mujer que trabajó en la hostelería y como empleada de hogar, está vinculada a Activos y Felices desde su creación en 2013. «Siempre que Belén me pide algo, allí estoy. Cuando nos explicó lo de este casting, yo me dije: Soy perfecta para ello», asegura. «Nosotras llevamos puestas las arrugas», añade.

Tiene un grato recuerdo de la que para ella es una más entre las numerosas actividades que realiza a lo largo del curso. «Lo hicimos con muchísimas ganas e ilusión. Yo repetiría», afirma.

Nila no tiene nietos y los cuatro hijos que crió tienen su vida en diferentes puntos de España. «Me dedico a mí», señala con toda la naturalidad del mundo.

Las dos mujeres valoran la propuesta de Olay de contar con mujeres mayores para sus anuncios de cremas. «Si anuncian de cremas antiarrugas y quitamanchas en los que ponen a chicas de 25 años y eso no se lo cree nadie. A mí no me da confianza», subrayan.

Nila, al igual que su compañera de casting Marta Eva, realiza numerosas actividades para mantenerse con calidad de vida. La gestión de emociones y la cultura general, la gimnasia, el teatro y el club de lectura son algunas de ellas. «No tuve oportunidad de estudiar y todo lo que pueda aprender me satisface», asegura.

La catedral del mar, El Código Da Vinci y otros best sellers le han gustado especialmente. También ha leído a Julio Llamazares y a Isabel Allende entre una larga lista de títulos que apunta en su libreta.

«Si no nos seleccionan para el anuncio, da igual. Lo hemos disfrutado por delante», añaden. Las dos mujeres participarán en la gala de Activos y Felices con un monólogo de un cuento en el caso de Nila y disfrazada de Ventura, la mascota de la asociación Activos y Felices.