Mansilla pronuncia por primera vez los nombres de las víctimas del franquismo
La casa de cultura San Martín de Mansilla de las Mulas registró lleno total en el acto de homenaje a las víctimas del franquismo que se realizó junto a la presentación de la segunda parte del libro de José Cabañas, Cuando se rompió el mundo (ediciones Lobo Sapiens).
La periodista Olga Rodríguez, nieta y bisnieta de represaliados, repasó su proceso de búsqueda personal, que había iniciado su madre, la también periodista leones Pura Francisco, y la confluencia con otras familias que también buscaban desde hace tiempo a sus desaparecidos en la fosa de Villadangos.
En un ambiente de emoción y ante un público heterogéneo, los nombres de las más de 40 personas represaliadas, con asesinato, prisión o persecución, fueron pronunciados por primera vez en esta villa del Esla. El actor y director Juan Diego Botto, compañero de Olga Rodríguez, e hijo de un desaparecido por la dictadura argentina, se sumó para poner voz a las víctimas tanto tiempo sumidas en el olvido público, que no de sus descendientes.
Varias familias —Guada, González, Francisco, Marcos, Candanedo...— compartieron las biografías y alguna foto de sus seres queridos desaparecidos o represaliados y relataron cómo han impactado en sus vidas la represión que sufrieron. Se sumaron voces de otras latitudes de la represión franquista en León, como la de Camino Alonso, que recuperó los restos de su abuelo en una cuneta en Geras.
En Mansilla de las Mulas fue asesinado por sentencia de consejo de guerra, el que era alcalde, Isidro González Pérez (de 31 años, casado, industrial, de Izquierda Republicana), entre otros. Santos Francisco, maestro herrador, Epifanio González, hermano del alcalde, al igual que Casimira Marcos Merino o Acacio Flaviano Rodríguez fueron paseados y enterrados en la fosa común de Villadangos del Páramo.En total, 17 personas fueron asesinadas, 16 paseadas, cuatro depuradas y otras tres represaliadas, en este caso mujeres y familiares de los asesinados o encarcelados.
Tres de los asesinados tenían 21 años.Abilio Santamarta, del Sindicato de Trabajadores de la Tierra; Juan José Pacios Ludeña, de Juventudes Republicanas y César Álvarez Marcos, que falleció en el penal de San Cristóbal de Pamplona. El mayor, Julio Marcos Candanedo tenía 46 años. Era maestro, editor y librero y fue paseado con 33 personas más en Valverde de la Virgen. Casimira Marcos Merino tenía 45 años y dos hijos, Eulogio y Francisco Candanedo Marcos. Su esposo pertenecía al Sindicato de Trabajadores de la Tierra de UGT. Está en la fosa de Villadangos, de donde se rescataron restos de 11 de personas pero quedan otras 70.
En Mansilla, según relata Cabañas en su libro, el alcalde se resisitó al golpe del 18 de julio y el día 20 ordenó registrar las casas de 14 derechistas sin que se les causara ningún daño. Convocaron huelga general y se formó una milicia ciudadana. Llegaron de la capital a refugiarse otros militantes de izquierdas, pero el 21 de julio el pueblo era ocupado por el teniente de la Guardia Civil Felipe Romero y sus guardias. Se retiraron los obreros de las calles y se formó una gestora en el Ayuntamiento. Luego empezó la represión.