Diario de León

Los veterinarios de León previenen sobre las intoxicaciones alimentarias

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Los veterinarios, que son los profesionales encargados de la vigilancia e inspección en materia de Salud Pública, recuerdan la importancia de ser exigentes en la higiene personal, extremar las precauciones al preparar la comida y conservarla adecuadamente.

La Salmonella es un germen que puede encontrarse con frecuencia en alimentos o agua contaminados con heces procedentes de animales o personas infectadas. Estas bacterias pasan a los alimentos por la ausencia de higiene de quien los manipula (manos sin lavar), por superficies de trabajo sucias o a través de otros alimentos crudos, contaminados o poco cocinados. La Salmonella suele estar presente con más frecuencia en huevos y derivados poco cocinados o crudos (mahonesas y cremas), en carnes (especialmente de ave) y en el pescado.

De ahí que los establecimientos públicos no puedan elaborar su propia mahonesa y deban dispensar la de consumo industrial. Para evitar los brotes de salmonelosis, el Consejo autonómico recuerda que es necesario ser exigente en la higiene personal: lavarse las manos con agua caliente y jabón antes de manipular alimentos y, especialmente, en caso de diarreas. Además, es imprescindible refrigerar carnes, pescados, mariscos y moluscos lo antes posible tras su adquisición, desechar huevos fisurados y respetar la fecha de consumo preferente que indican los envases de este producto. A la hora de preparar la comida, hay que utilizar recipientes, utensilios y superficies limpias, evitando los alimentos poco cocidos.

Desde el Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla y León advierten además que con las altas temperaturas la salmonella se reproduce con mucha facilidad, por lo que hacen un llamamiento tanto a particulares como a establecimientos públicos para seguir extremando la precaución y mantener los alimentos refrigerados.

El Anisakis es un parásito que produce dos tipos de reacciones: una enfermedad digestiva producida por la presencia de parásitos en el tracto intestinal o bien una reacción alérgica que provoca edemas de tejidos blandos (inflamación de la glotis, mucosidad en los pulmones… derivando en algunos casos en situaciones graves).

Para evitar la anisakiosis, es necesario cocinar bien los alimentos o congelar el pescado un mínimo de 48 horas. Para mayor seguridad en congeladores domésticos, menos potentes que los industriales, conviene mantenerlo congelado cinco días o incluso más. En caso de alergia, lo conveniente es evitar el consumo y seguir las recomendaciones médicas.

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