La ‘generación perdida’ deja a León sin 14.000 jóvenes y un mercado sin expectativas

No hay relevo. León pierde población en la mejor edad productiva y reproductiva. En la provincia hay 14.400 personas jóvenes de entre 18 y 30 años menos que hace diez años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. La mayor sangría de población se produce a partir de los 20 años. La población más joven disminuye por la caída de la natalidad y la salida en busca de oportunidades laborales al tiempo que esta dinámica engrosa la pirámide poblacional en las franjas de más edad. Hace diez años había en León 6.000 personas con una edad de 30 años mientras que hoy hay 3.898.

La presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, la leonesa Sandra Ámez Sáez, destaca que la juventud de la Comunidad reclama cada vez más políticas verdes, un mundo más sostenible, cultura del emprendimiento, vivienda y cuidado de la salud mental. «Hay un movimiento de jóvenes que se han ido a estudiar fuera y se han dado cuenta de que en las grandes ciudades como Madrid tienen peor calidad de vida y quieren volver y emprender, pero no hay cultura del emprendimiento y la gente joven se siente muy sola. La idea que hay que transmitir no es de la ‘estudia y vete’ sino la de ‘vuelve y emprende’, sobre todo en el medio rural para fijar población».

En el Consejo de la Juventud de Castilla y León están representadas 49 entidades juveniles y consejos comarcales y locales que ponen voz a las reivindicaciones de un sector de la población cada vez más empobrecido. Así lo constata el informe del Observatorio de Emancipación, elaborado por el Consejo de la Juventud de España (CJE) publicado este viernes coincidiendo con el Día Mundial de la Juventud, que se conmemora hoy. El observatorio destaca que la edad emancipación en España ha superado la treintena, al situarse en los 30,3 años, lo que supone la cifra más alta desde que se lleva a cabo este estudio.

El número de jóvenes emancipados durante el segundo semestre del 2022 se ha estancado en 15,9%, la mitad que la media europea, que se sitúa en el 31,9%. En el documento se alerta sobre cuestiones como el alto coste del alquiler, las dificultades para acceder a una vivienda, la salud mental y los rangos de edad. Las mujeres, sin embargo, se emancipan antes. El estudio destaca que una persona joven tendría que dedicar el 83,7% de su sueldo neto anual para alquilar en solitario. Los autores precisan que, aunque el salario medio de una persona joven ha subido un 4,6%, hasta los 13.079,19 euros netos al año (o 1.089,93 euros netos al mes), el precio de las viviendas en alquiler lo hizo un 7,55%.

El alquiler medio de una vivienda en solitario es de 912 euros y el de una habitación es de 282,19 euros. También resulta «imposible» adquirir una vivienda libre. «La entrada media de una vivienda se establecía a finales de 2022 en 49.852,20 euros, el equivalente a 3,8 años completos de sueldo de alguien que tuviera menos de 30 años. Para aquellas personas jóvenes trabajadoras que consiguieran acceder a una hipoteca, sin embargo, el importe medio de la primera mensualidad era de 661,33 euros, el 60,7 % del salario», subraya Díaz. el 25,9% del salario medio joven.

«Eso, sumado a los 141 euros de media que cuestan de media los suministros y servicios de una vivienda (como los recibos de agua, luz, gas, etc.), supondrían 1.053 euros al mes, el 96,6% de su sueldo. Es decir, sólo le quedarían 36,93 euros para adquirir alimentos, comprar ropa y gastar en ocio, algo completamente inasumible», denuncia en la presentación el vicepresidente y responsable de Socioeconómica del CJE, Juan Antonio Báez. Tener un empleo ahora ya no es suficiente.

«La juventud reivindica cambios sociales». La presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León asegura que «los años convulsos de las crisis económicas y del covid» lleva a los más jóvenes a pedir estrategias para el cuidado de la salud mental.

Ante la situación económica muchos jóvenes se plantean volver y reclaman infraestructuras adecuadas en el medio rural que les permita vivir y trabajar. El Consejo de la Juventud participa estos días en las localidades palentina de Astudillo y Aguilar de Campoo el Encuentro Autonómico de Dinamización Rural, donde se han expuesto experiencias de emprendimiento joven en el medio rural, que forman parte de una campaña de la Junta de Castilla y León en la que se describen proyectos de éxito en diferentes disciplinas. La iniciativa, denominada Entre jóvenes , se difundirá a través del canal de Youtube del Instituto de la Juventud de Castilla y León, donde este sábado se publicará el primero de una serie de cinco vídeos en los que otros tantos jóvenes cuentan su trayectoria vital y profesional, según anuncia la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco.

Un ejemplo en León

Una de estas experiencias, aunque no forme parte este año de la campaña, es la de los leoneses Paula y Marcos Fernández Hernández en Sahechores de Rueda. Los dos hermanos apostaron hace dos años por un complejo turístico y agroalimentario que actualmente emplea durante el verano a treinta personas y durante el invierno a una veintena. «Damos empleo a jóvenes de la zona en un pueblo que tiene 60 habitantes». Paula se «enamoró» de las experiencias que conoció en los países de centro Europa mientras estudiaba Turismo. «Conocí las experiencias de turismo, rutas y productos artesanos y me empeñe en hacer algo parecido en Sahechores. Mis padres son ganaderos y hace quince años empezaron a elaborar queso. Yo quise vincular mi proyecto a la quesería». Así nació Aitalas, un espacio que cuenta con un restaurant, cocina para servicios de comedor y una zona de supermercados con productos agroalimentarios de León, una zona para 45 plazas de autocaravanas y canoas y piraguas par disfrutar del lago que existe en el río Esla. El negocio funciona no sin haber tenido que superar dificultades. «Presenté el proyecto al Ayuntamiento cuando tenía 23 años y me lo denegó porque no era terreno urbanizable. Apelé a la Junta de Castilla y León con un escrito más sentimental que técnico por nuestro interés por emprender en el medio rural par fijar población. Nos lo autorizó tres años después. Yo había perdido la esperanza. La administración sólo ve papeles y no sueños. A mí me ha cambiado la vida y la mayoría de las personas que tenemos contratadas son de la zona. Compramos los productos a los proveedores de la zona, que también se ven beneficiados».