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Perros con sed y abandonados, los otros afectados de Doñana

El Santuario Wendy Clements denuncia que la ley de protección animal ha aumentado el abandono de perros en este entorno en el que están sufriendo mucha sed

Publicado por
León

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No hay nada más trágico para un perro doméstico que verse abandonado después de meses o años conviviendo con una familia humana. Pero si a ello sumamos la total imposibilidad de beber a causa del insufrible calor que desde hace meses está azotando la campiña la situación de estos animales se vuelve dantesca.

Las voluntarias del Santuario Wendy Clements observan desde hace unos meses el progresivo aumento de perros, famélicos y enfermos, que pululan tristes y desorientados por los caminos y veredas de Doñana.

Este Santuario Animal ya ha colaborado en rescates como el de unos galgos infestados de garrapatas y parásitos, pero les es imposible asumir la nueva oleada de perros abandonados.

Para las voluntarias la situación viene motivada por el temor a la implantación de la nueva ley de protección animal. La nueva reglamentación ha logrado asustar a muchas personas que poseen perros sin ningún tipo de control sanitario o microchip.

El miedo a controles y multas por parte de la administración está motivando que algunos de estos propietarios, sin demasiados escrúpulos, decidan escoger la solución más fácil que es dejarlos abandonados en el campo lejos de su hogar para evitar su regreso.

Los animales habituados a su rutina de cuidados y alimentación se ven, sin comprender que les ha pasado, perdidos en un entorno hostil y soportando temperaturas que superan los 40 grados, lo que les genera ansiedad y sufrimientos inimaginables.

Las voluntarias están situando bebederos en las zonas donde observan la presencia de estos pobres animales con el objetivo de que al menos no sufran la tortura de la sed.

En opinión del Santuario Wendy Clements la Junta de Andalucía debería destinar partidas económicas específicas para ayudar a los Ayuntamientos a poder hacerse cargo de los animales desamparados, para el Santuario resulta insostenible esta situación, ya que para el mantenimiento de estos animales solo cuentan con el apoyo del voluntariado que es quien aportan el dinero para el mantenimiento de los animales.

Para el Santuario Wendy Clements lo prioritario no son las campañas que el gobierno autonómico está publicando en base a la prevención del abandono de perros y gatos. Para esta protectora lo más importante ahora es auxiliar a los animales que ya han sido abandonados y que, literalmente, se están muriendo de sed y privaciones sin que nadie se responsabilice de ellos.

De cualquier forma, resulta indiscutible que algo está fallando, desde hace mucho tiempo, en el desarrollo de los programas de protección animal ya que mientras más leyes y campañas se prometen y ponen en marcha mayor es el número de animales abandonados.

Este aspecto sorprende, muy negativamente, a la población extranjera que ha escogido esta zona de cara a su jubilación y que están involucrándose, con enorme generosidad, para solucionar un drama que es impensable de observar en sus países de origen: perros abandonados, muriéndose de sed, en un Estado miembro de la Comunidad Europea. Una imagen, del todo tercermundista, que en nada favorece a la imagen exterior de la comunidad andaluza.

Desde el Santuario Wendy Clements, la Asociación El Burrito Feliz y el colectivo ecologista femenino Mujeres por Doñana, afirman que seguirán ofreciendo su esfuerzo a la administración autonómica con el objetivo de que la imagen de Andalucía sea la de una Comunidad comprometida con el desarrollo sostenible y la protección animal.