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Leonor iniciar su formación militar

Los reyes y la infanta Sofía acompañan a la dama cadete Borbón en el inicio, «con muchas ganas», de sus tres años de instrucción castrense en la academia de Zaragoza

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León

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Acompañada por los Reyes y su hermana la infanta Sofía y arrastrando un petate negro de grandes dimensiones, la princesa Leonor cruzó este jueves la puerta de la Academia General Militar de Zaragoza, un edificio neomudéjar de los años treinta del siglo pasado, para iniciar sus tres años de formación castrense. Convertida ya en dama cadete Borbón, sigue así los pasos de su padre y de su abuelo con el inicio de la instrucción en las instalaciones del Ejército de Tierra de la capital aragonesa.

Con el pelo recogido en una coleta, vestida con una camisa azul, pantalones blancos y zapatillas deportivas, la heredera al trono dejó atrás su vida civil tras acceder al recinto ‘La General’ al filo del mediodía, la hora límite que tenía para poder presentarse en las instalaciones de la academia.

La Familia Real se desplazó hasta allí en dos coches, procedentes del aeropuerto de Zaragoza, donde llegaron desde Madrid en un avión de la Casa Real. En el primer vehículo, con el guión carmesí del Rey, viajaban don Felipe y doña Letizia. En el segundo, con el color azul, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

En la puerta, la cadete Borbón reconoció estar «un poco nerviosa», pero con «muchas ganas» de que llegase este día. Junto a ella, sus padres se mostraban también emocionados y muy orgullosos, conscientes de que este 17 de agosto marcará un antes y un después en la vida de su primogénita. «Un poco de nervios hay que tener», aseguró Felipe VI, que lució el uniforme de uso diario de verano del Ejército de Tierra.

El 7 de octubre, jura de bandera Junto a los dos pabellones principales de la academia —justo antes de llegar a las pistas de atletismo y los campos de rugby y de fútbol—, doña Leonor fue recibida como una alumna más por el teniente coronel jefe del batallón de alumnos de primer curso.

En ese preciso momento, antes de entregar el DNI y firmar su ingreso, la princesa de Asturias dejaba también atrás el tratamiento de Su Alteza Real al ser recibida como cadete Borbón.