Huir de los clichés: «No todos nos casamos pronto»
Mediadora. Secretariado Gitano es una entidad solidaria sin ánimo de lucro que es intercultural y trabaja desde hace más de 40 años en la promoción y la igualdad de oportunidades para la población gitana. La figura de la mediadora cultural es clave para la difusión y el conocimiento de los proyectos.
La Fundación Secretariado Gitano (FSG) es una organización social intercultural, sin ánimo de lucro, comprometida desde hace 40 años con la promoción y la igualdad de oportunidades para la población gitana en España y Europa.
La misión de la FSG se centra en la promoción integral de la comunidad gitana, prestando especial atención a la diversidad cultural.
Su enfoque principal radica en impulsar el cambio social para garantizar que las personas gitanas tengan acceso a los mismos derechos, servicios, bienes y recursos sociales que el resto de la sociedad, en condiciones de igualdad.
Un pilar fundamental de la fundación es la interculturalidad. Trabajan para fomentar una sociedad basada en la colaboración de todas las personas y culturas, reconociendo la riqueza que la diversidad cultural aporta. Buscan construir una sociedad plural y abierta, donde el conocimiento, el respeto y la convivencia permitan un enriquecimiento mutuo entre todos los ciudadanos.
En la actualidad, la Fundación Secretariado Gitano en la región de Castilla y León opera siete centros de trabajo estratégicamente ubicados en Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora. Estos centros están compuestos por equipos multidisciplinarios e interculturales que trabajan en conjunto para lograr sus objetivos. En León comenzaron su actividad en el año dos mil.
Al comienzo de la actividad la función de los mediadores era que los gitanos se acercaran al proyecto y vieran una cara conocida( una persona mayor de la comunidad) y sobre todo que transmitieran a los técnicos los problemas y la cultura de esta población. Es un nexo de unión desde dentro.
Mari Paz García García es la mediadora cultural de León. Tiene 35 años y comenzó en la fundación como participante. Esta figura ya no es como hace años, ya que la FSG es más conocida. Antes se iba a los colegios y al mercado para captar personas y ahora casi todo se hace por las redes sociales de las que también se encarga Mari Paz.
«La base de todo es el conocimiento, no puedes conocer a alguien por lo que te han contado», explica.
También hacen mucha labor con los medios de comunicación ya que ciertos titulares e información pueden resultar dañinos para la comunidad. «Lamentablemente se nos juzga por lo que hacen unos pocos y siempre se habla de los opuestos, los más ricos y famosos y los más pobres», analiza la mediadora.
Esto dista mucho de la realidad ya que a pesar de que los gitanos comparten una cultura y unas raíces, cada familia es un mundo. «Si hay una palabra que nos pueda describir es diversidad» afirma Mari Paz.
Ella también gestiono diversos programas fuera de su labor como mediadora como voluntariados o participación.
«Ni todos nos casamos pronto, ni todos somos morenos con el pelo largo», añade la mediadora.
El trabajo de la fundación se divide en doce áreas: educación, empleo, defensa de derechos, igualdad de trato, inclusión social, innovación, igualdad de género, salud, vivienda, juventud, participación, acción internacional, comunicación, voluntariado, cultura, gestión de calidad, alianzas y fundraising.
Mediante los diversos programas que desarrollan, logran un impacto significativo en la comunidad. Hasta el momento,brindan apoyo a un total de 3.956 participantes, promoviendo la igualdad de oportunidades y buscando mejorar la calidad de vida de la población gitana en la región.
También trabajan con las administraciones para difundir su mensaje, organizar charlas y dar a conocer la comunidad gitana.
En la entidad, su lema se destaca como un recordatorio constante de su misión. Dentro de esta organización, convergen una variedad de perfiles laborales que aportan diversidad y enfoques únicos.
Aunque no todas las localidades cuentan con mediadores gitanos, su presencia es de gran relevancia en los equipos donde están presentes. En el espacio de trabajo se promueve un ambiente de colaboración evidente. Las mesas están dispuestas en cercanía, fomentando el trabajo en equipo. Es interesante notar que la primera mesa pertenece a la mediadora gitana, quien ejerce un papel crucial al recibir a aquellos que ingresan, dado que su representatividad para la comunidad es insustituible.
A nivel del Ayuntamiento de León, destaca la presencia de dos mediadores en la administración pública, una característica distintiva en comparación con otras ciudades. Este puesto no solo refleja el compromiso de la ciudad con la inclusión y la equidad, sino también el reconocimiento de la importancia de la mediación en la construcción de puentes entre comunidades.
Los gitanos siguen siendo el grupo más discriminado en España. A pesar de esta situación, es crucial que este colectivo no solo se habitúe a tal trato, sino que también tome conciencia de sus derechos y denuncie las injusticias. Esta asociación trabaja para combatir la falta de conocimiento y los prejuicios arraigados.