La ONU obliga a proteger a los menores de los daños climáticos
Por primera vez insta a los estados a contar con leyes y medios que garanticen que las empresas respeten los derechos de la infancia y aseguren un ambiente limpio
El comité de expertos de la ONU que vigila que se respeten los derechos de los niños en el mundo emitió ayer una directiva que, por primera vez, establece claramente que los estados tienen la obligación de proteger a los menores de los daños climáticos y medioambientales causados por las actividades económicas.
Se afirma también que las autoridades tienen el deber de preservar los derechos infantiles frente al cambio climático causado por las actividades empresariales, lo que implica que estas deben reducir rápidamente las emisiones.
Para todo ello, los estados deben contar con leyes y medios que garanticen que las empresas, sean nacionales o extranjeras, respetarán en sus negocios los derechos de los niños, en particular el de vivir en un medio ambiente limpio, sano y sostenible.
El Comité de los Derechos del Niño de la ONU aclara en esta opinión jurídica cómo se aplica el derecho de los niños a la protección ambiental, que —afirma— está implícito en la Convención internacional sobre esta cuestión y que 196 países se han comprometido legalmente a respetar.
Se considera que sin un medio ambiente sano resulta imposible respetar el derecho de los niños a la vida, al desarrollo, a la salud, a un nivel adecuado de vida o a la educación.
«Se deben tomar medidas inmediatas cuando los niños sean identificados como víctimas y así prevenir más daño a su salud y desarrollo, y reparar el daño hecho», señala la instancia de Naciones Unidas.
El Comité reconoce que los niños encuentran obstáculos para reclamar sus derechos y por ello recomienda a los gobiernos que creen canales para que los menores puedan acceder a la Justicia cuando sufren un daño medioambiental.
Esos canales consisten en mecanismos que sean fácilmente accesibles para los niños.
El Comité dijo haber recibido más de 16.000 contribuciones de niños de 121 países que compartieron y denunciaron los efectos negativos del cambio climático y de la degradación de su entorno natural tanto en ellos como en sus comunidades.
El niño colombiano Francisco Vera, de trece años fue nombrado hace algunas semanas por como primer defensor juvenil del medio ambiente y la acción climática para América Latina y el Caribe.
Nunca Canadá había vivido una temporada de incendios forestales tan destructiva como la de este verano, con cerca de 6.000 fuegos que, alimentados por el cambio climático, han quemado un área equivalente a la suma de Guatemala y Costa Rica. Los expertos dicen que es solo el comienzo, informa Julio César Rivas
Las imágenes que se repiten desde mayo de los bosques canadienses son apocalípticas.
Vehículos cargados con familias, circulando por carreteras asediadas por árboles en llamas. Ciudades cercadas por incendios. Tornados de llamas generados por las intensas temperaturas. Cielos anaranjados por los fuegos y cubiertos con gruesas capas de humo. Casas y vehículos convertidos en cenizas.