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"Vuelven dos, pero es como si volvieran todos". Urbano González y Marcelino Quintano regresan con sus familiares

-La Armh entrega los restos de los dos concejales de Valencia de don Juan a sus familias 87 años después de ser fusilados en Villadangos

León

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"No nos lo podemos creer. Es un sueño hecho realidad". Carmen Méndez , la sobrina nieta de Urbano González Soto, concejal de Valencia de Don Juan asesinado en 1936 por fuerzas paramilitares fascistas, dejó constancia con estas palabras del peso de la larga espera que ha sido para la familia la recuperación de sus restos.

Este desaparecido del franquismo es uno de los dos cuerpos identificados entre los 12 exhumados en la fosa de Villadangos en febrero de 2022. Marcelino Quintano, también edil de la corporación municipal de Valencia de Don Juan, es el segundo identificado y cuyos restos fueron entregados también este domingo a sus familiares en el cementerio de Valencia de Don Juan.

Junto a la placa que recuerda, desde 2002, a los seis coyantinos detenidos y fusilados en  Villadangos en septiembre de 1936, entre  al menos 76 paseados de diferentes lugares de la provincia, se materializó el ritual de vuelta a casa en un acto emotivo y multitudinario al que asistió el alcalde de la ciudad, el leonesista Ricardo Barrientos.

"Vuelven dos pero es como si volvieran todos", dijo el historiador coyantino Javier Revilla.  Recordó que ambos formaban parte de la Corporación presidida por Clementino Diez que fue designada tras las elecciones del 16 de febrero de 1936 en las que "volvieron a ganar las izquierdas" después de un periodo de gobierno de las derechas durante la II República. De los seis coyantinos detenidos y posteriormente fusilados en Villadangos por fuerzas paramilitares franquistas , cuatro eran concejales y dos militantes de UGT. 

Revilla recordó a los familiares que habían esperado este momento tras años de búsqueda e intentos fallidos de exhumar la fosa y en particular a cuatro: Chora, la hermana de Urbano; Nines, sobrino de Marcelino Quintano; la dura posguerra que vivió Pepe Guayo descendiente y la militante "hasta el último día" Josefa Martínez. "Hay que ser valientes para después de la represión que vivieron, dos de ellos se presentaran a las elecciones municipales de 1979 por el partido socialista", subrayó.

"Es demasiado tarde", lamentó Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (Armh). "Faltan muchas personas que soñaron y sufrieron por vivir este momento". "Somos una sociedad enferma ", añadió al señalar que han pasado 43 años de la muerte del dictador para que los restos que se han podido identificar vuelvan a casa.  La búsqueda contra viento y marea de familiares debería haber sido hecha por la policía judicial y por orden de un juez, pero en lugar de "verdad, justicia y reparación", las familias de las víctimas no han recibido ningún tipo de reparación bajo la excusa de la reconciliación.

La periodista Olga Rodríguez, bisnieta de uno de los 76 desaparecidos en las tres fosas de Villadangos,  recordó de modo especial a familiares que no pudieron estar en el homenaje. 

A Melchora, hermana de Urbano,  a quien se debe la confirmación de su identidad por ADN y que falleció el pasado enero sin saber. A Nines, que también buscó y  no encontró, y familiares de otras personas asesinadas en Villadangos como Rufino Juárez García, hijo de Rufino Juárez, que falleció en 2021 sin saber que la fosa del cementerio se abriría parcialmente después de tantos años de búsqueda e impedimentos.

"Rufino estuvo en la reunión con el alcalde de Villadangos en la que nos dijo que había que votar la exhumación, a sabiendas de que era ilegal", recordó. Rodríguez señaló que en su trayectoria profesional ha asistido a procesos de verdad, justicia y reparación en muchos países del mundo mientras España sigue siendo "una anomalía" en este terreno según la ONU. "La desaparición forzada es uno de los crímenes más terribles ", añadió. "Se condena a las familias a no saber, a las esposas e hijos a mi siquiera tener la condición de viudas y huérfanos, no poder vender propiedades... No poder heredar ", recalcó.

Rodríguez recordó que gracias a la unión de las familias se había podido cerrar el círculo pues durante años muchas estuvieron buscando por separado, sin tener respuestas cuando sabían que la fosa estaba debajo de los nuevos panteones construidos en el cementerio. "A muchas les dijeron que allí no se hablaba de eso", señaló.

Nombró a algunas de las víctimas que aún se buscan con el ADN entre los restos exhumados. El cartero de León Lorenzo Sacristán, el maestro de Villaornate Tomás Toral, el herrador de Masilla de las Mulas  Santos Valentín Francisco; Epifanio González, también mansillés; los vecinos de Vegas del Condado Rufino Juárez y Epifanio Llamazares o el diplomático José Álvarez Prisa, que también puedo ser fusilado en Villadangos.

La periodista hizo hincapié en la importancia que tiene para los familiares abrir una fosa. "Cuando se rompe el suelo, se rompe también el silencio y cuando se extraen huesos, también se extraen palabras para esa conversación pendiente en la España democrática".

Carmen Méndez cerró el acto recordando a quienes hicieron posible primero la placa de recuerdo y este domingo la vuelta a casa de su tío abuelo Urbano González Soto y de Marcelino Quintano Fernández. Señaló el largo sufrimiento de Melchora, que "ni siquiera podía pronunciar el nombre de Villadangos del Páramo" y que no pudo vivir el momento histórico al que se ha llegado gracias "a una gran familia y una gran lucha", la de todas las personas que lo han hecho posible. 

Carmen Méndez concluyó dirigiéndose a todas las familias de desaparecidos en Villadangos que "Marcelino y Urbano también son parte vuestra. Hoy también enterramos a vuestros familiares". 

El acto, presidido por fis banderas tricolor y las fotos de seis asesinados de Valencia de Don Juan, "cierra el círculo ".  Pero las familias aún esperan que se puedan identificar a más personas. 'No pierdo la esperanza", dijo Amparo, familiar de Epifanio Llamazares.