La desigualdad económica aumenta el riesgo de cáncer
Un estudio vincula una mayor incidencia de tumores de pulmón y otro trabajo a un aumento de las enfermedades
Un estudio del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.Granada) destaca que las desigualdades socioeconómicas influyen en la mortalidad de las enfermedades respiratorias, especialmente por cáncer de pulmón.
El trabajo, desarrollado por el grupo de investigación sobre control de cáncer del ibs.Granada, ha incidido en el impacto de las condiciones económicas y geográficas en la supervivencia de personas con enfermedades respiratorias, especialmente cáncer de pulmón.
Este estudio ha analizado las muertes por esta enfermedad registradas entre 2011 y 2017 y diferenciadas por nivel económico, zona de residencia, sexo y edad.
Los resultados demuestran un patrón claro de diferencias entre hombres y mujeres que se mantiene estable durante el periodo de estudio y tanto en zonas rurales como urbanas. «Entre los hombres, la mortalidad por cáncer de pulmón es más alta en aquellos que viven en las zonas más pobres del país», según el estudio. Entre las mujeres la mortalidad por cáncer de pulmón es más alta entre las que viven en las zonas más ricas, ha detallado el investigador del ibs.Granada y del Ciberesp y primer firmante del trabajo, Daniel Redondo-Sánchez. La profesora de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) e investigadora principal del grupo, María José Sánchez, apunta a que los expertos coinciden en relacionar estas diferencias con el consumo de tabaco que causa alrededor de 90 % de los cánceres de pulmón.
«La mortalidad por cáncer de pulmón es más alta en los hombres que en las mujeres, en parte debido a su mayor exposición histórica al tabaquismo», añade Sánchez, que matiza que en los últimos años se observa un incremento importante en la mortalidad por cáncer de pulmón entre las mujeres por su incorporación al tabaquismo, especialmente entre las más ricas o con más estudios. El estudio, ha sido publicado en la revista International Journal for Equity in Health.
Alto precio
Por otra parte, el coste de los alimentos es un factor determinante en la elección de la dieta y una cesta de la compra saludable resulta más cara que la comida menos sana, por lo que la subida de los precios alimentarios puede tener un impacto negativo sobre la salud de la población, según un estudio científico español.
Bajo la dirección de un equipo de la Universidad de las Islas Balares (UIB) y del Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber), grupos de toda España han analizado las decisiones de compra y la dieta de casi 6.900 personas reclutadas en 23 centros y hospitales.
El análisis pone de manifiesto que la compra de alimentación resultaba más cara para las personas que seguían en mayor medida las pautas de dietas mediterránea, antiinflamatoria y «una versión saludable» del patrón vegetariano.
El estudio, publicado en la revista Frontiers in Public Health , las dietas más costosas incluyen «un mayor consumo de frutas y verduras, granos enteros, pescado y mariscos, carne blanca y procesada, café y té, bebidas edulcoradas y bebidas alcohólicas». Los hábitos de consumo alimentario con menor coste incorporan en mayor medida «patatas y cereales refinados, huevos, leche y productos lácteos, grasas y aceites (incluido el aceite de oliva), dulces y pasteles, y alimentos procesados».