Diario de León

Un Nobel de Física por attosegundos de luz

La franco-sueca Anne L’Huillier, junto a Pierre Agostini y Ferenc Krausz, han abierto la puerta al interior de los electrones

Los miembros de la Academia Sueca anunciando a los ganadores del Nobel de Física. ANDERS WIKLUND

Los miembros de la Academia Sueca anunciando a los ganadores del Nobel de Física. ANDERS WIKLUND

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EFE

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El Nobel de Física ha reconocido este martes a los franceses Pierre Agostini y Anne L’Huillier y al húngaro Ferenc Krausz por abrir el camino a una nueva área de investigación, la attofísica, y proporcionar herramientas para explorar el mundo de los electrones.

Sus métodos experimentales para generar pulsos de luz de attosegundos (una trillonésima parte de un segundo) han permitido medir los rápidos procesos en que los electrones se mueven o intercambian energía, antes indetectables, y tienen aplicaciones en los campos de la electrónica y la medicina. «Los pulsos de attosegundos pueden usarse para examinar los procesos internos de la materia e identificar distintos eventos», señala en su fallo la Real Academia de las Ciencias Sueca.

La científica Eva Olsson, presidenta del Comité Nobel de Física, explicó que el galardón de este galardón trata de la física del attosegundo, sobre la capacidad de generar pulsos de luz de esa duración que «ha abierto la puerta al mundo e los electrones». En 1925, el físico alemán Werner Hesienberg dijo que «ese mundo no podía verse. Gracias a la física del attosegundo esto está empezando a cambiar y estamos empezando a explorar ese mundo», agregó.

L’Huillier descubrió un nuevo efecto de la interacción de los rayos láser con átomos en un gas, mientras que Agostini y Krausz demostraron cómo utilizarlo para crear pulsos de luz más cortos de lo que era posible previamente. La Academia resalta que los cambios en el mundo de los electrones ocurren en pocas décimas de un attosegundo y que observar los movimientos de los electrones a escala atómica requiere pulsos de luz lo suficientemente cortos, lo que implica combinar ondas cortas de muchas longitudes diferentes. Cuando un rayo láser atraviesa un gas, aquel interactúa con sus átomos y origina sobretonos, ondas que completan un número de ciclos enteros por cada ciclo en la onda original.

L’Huillier logró en 1987 en un laboratorio francés producir y mostrar sobretonos usando un rayo láser infrarrojo transmitido a través de un gas noble, lo que provocó mayor cantidad de armónicos y más potentes.

La científica francesa siguió explorando ese efecto en la década siguiente en la Universidad de Lund (Suecia, donde reside desde entonces) y sus resultados ayudaron a la comprensión teórica del fenómeno y a sentar la base del siguiente avance experimental. A principios de siglo, un equipo dirigido en Francia por Agostini fue capaz de producir una serie de pulsos de luz consecutivos, creando «un tren con vagones» y juntándolo con una parte demorada del pulso original del láser, lo que posibilitó poder ver los sobretonos y medir la duración de los pulsos (250 attosegundos cada uno), explica la Academia.

Al mismo tiempo que Agostini, Krausz y su equipo en Viena desarrollaron una técnica que permitía aislar un pulso de 650 attosegundos de duración y poder estudiar así el proceso en que los electrones eran separados de sus átomos.

«Estos experimentos demostraron que los pulsos de attosegundos podían ser observados y medidos y que también podían usarse en nuevos experimentos», resalta el fallo.

La nueva Premio Nobel de Física Anne L´Huillier se mostró hoy emocionada y contenta por lograr el «premio más prestigioso» en una disciplina en la que lo han conseguido, con ella, cinco mujeres, e hizo una defensa de la ciencia básica.

Hoy se anunciará el Nobel de Química; el jueves, el de Literatura; y el viernes, el de la Paz.

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