La lucha de las invisibles: las pacientes con cáncer de mama metastásico
La detección temprana y el avance de los tratamientos han ayudado a que la mayor parte de las pacientes acabe superando la enfermedad, pero un grupo importante de ellas, entre el 18 y el 20% (6.500 anualmente), escuchará la palabra más temida, metástasis. Son las ‘invisibles’ del cáncer de mama, invisibles porque en ocasiones, las historias de superación de la enfermedad orillan las dificultades de quienes tienen que afrontar el camino con más obstáculos.
El doctor Javier Cortés, director del International Breast Cancer Center (IBCC) de Barcelona, un centro de referencia nacional e internacional, recuerda que la lucha contra el cáncer de mama metastásico requiere «un compromiso de los sanitarios, de la sociedad civil, de los políticos y de todos los colectivos para que los tratamientos y la innovación lleguen cuanto antes a las pacientes». Desde su privilegiada atalaya, Cortés enumera las principales carencias de un sistema que tiene el reto de «atender mejor» a las enfermas. «Reivindico que haya una segunda opinión en el diagnóstico que ayudaría a avanzar frente a la inequidad, porque el tratamiento del cáncer de mama metastásico no es igual para todos los pacientes: hay hospitales donde se utilizan determinadas terapias y otros que no las utilizan, aunque estén aprobadas», destaca Cortes, antes de exponer la última pata sobre la que debería sustentarse un proceso más eficiente: «En general, los tratamientos reciben primero el visto bueno del regulador americano y aproximadamente un año después, de la Agencia Europea del Medicamento. Pues bien, todavía pasará otro año o más en estar disponibles en nuestro sistema sanitario. Son dos años y medio de retraso», remarcó al perdir más celeridad.