Truchas mira al astroturismo con una ‘Starlight’

Todo el mundo sabe que León tiene dos jóvenes astronautas aspirantes a participar en alguna de las próximas misiones espaciales europeas. Pero poca gente conoce la riqueza y singularidad de sus cielos nocturnos. Si toda la montaña, y en especial las zonas menos pobladas, son un mirador excelente para ver las estrellas, La Cabrera es un lugar privilegiado.

Según el ingeniero y astrofotógrafo Fernando Vélez, es la zona más «espectacular» de León y una de las las mejores de la península ibérica para mirar las estrellas. Su situación, en alta montaña, y la baja contaminación lumínica hacen de sus cielos nocturnos un patrimonio único.

Con estas cualidades de partida, el municipio de Truchas se ha lanzado este verano a lograr convertir su mirador de los Ciervos, en Valdavido, en un mirador estelar acreditado internacionalmente como Starlight.

El ingeniero, economista y máster en astronomía, además de astrofotógrafo, Fernando Vélez, se ha ocupado de realizar las mediciones para conseguir este sello que abre las puertas al astroturismo en La Cabrera y a la potenciación de la divulgación cultural del cielo nocturno de Truchas.

La acreditación depende de la Fundación Starlight, adscrita al Instituto de Astrofísica de Canarias, y ya ha superado su fase provisional. «Los parámetros alcanzados son muy buenos y esperamos que en diciembre sea aprobada la acreditación definitiva», apunta.

Los dos parámetros fundamentales para la Starlight son el brillo del cielo, que equivale a la calidad de la oscuridad, y el seeing o nivel de turbulencia atmosférica. «Si en las zonas altas de montaña mejora mucho el seeing , en el caso de Truchas los valores son extraordinarios», subraya.

Estos parámetros han sido acreditados a base de muchas sesiones de fotografía para realizar las mediciones en días sin luna y despejados. Paralelamente a la acreditación Starlight, para fomentar la cultura astronómica en la comarca y el aprecio por sus cielos, las estrellas serán protagonistas este sábado 4 de noviembre en el magosto de Pozos.

«Conozco el cielo de Cabrera y sé su potencial. Es uno de los mejores cielos de la península ibérica», asegura el ingeniero. Fernando Vélez propuso al municipio de Truchas certificarlo como Starlight y después de un año, el equipo de gobierno, con Francisco Simón al frente, dio el visto bueno para tramitar la certificación y crear un aula de divulgación de ciencia y astronomía.

La Fundación Starlight tiene como objetivos la protección del cielo nocturno, la difusión cultural de la astronomía y el desarrollo económico sostenible local a través del astroturismo. Para cumplir su misión, ha creado el sistema internacional de Certificación Starlight. Es un sello que impulsa, a nivel mundial, «un modo distinto de cuidar y defender el cielo, de valorarlo como recurso necesario para la vida y como patrimonio intangible de la humanidad, garantizando la capacidad de disfrutar de la luz de las estrellas y el desarrollo de actividades basadas en este recurso», señala en su web.

Actualmente hay reconocidos con la acreditación Starlight 60 destinos turísticos en España, 18 reservas, 85 alojamientos turísticos y 21 parques estelares, parajes y monumentos. En esta última categoría aspira a entrar el mirador estelar de los Ciervos en Valdavido, un pueblo repoblado por varias familias que llegaron atraídas por la riqueza faunística de Cabrera, como en otro tiempo llegó el maestro de Félix Rodríguez de la Fuente, José Antonio Valverde, autor de Los lobos de Morla, para estudiar al cánido salvaje. El parque astronómico Montañas de Prades en Cataluña es uno de los casos de éxito que señala Fernando Vélez como ejemplo de lo que se podría hacer en León. «León no es solo gastronomía, tenemos un activo muy importante en las zonas de montaña, con poca población y un clima extraordinario». subraya Vélez.

El municipio leonés de Truchas, que coincide con el territorio de Cabrera Alta, es el primero de la provincia que aspira a conseguir la acreditación después de superar con buena nota la fase provisional. El proyecto une la ciencia y el turismo con las estrellas y los cielos nocturnos como recurso.

Este sábado estrena las actividades con un taller en el que introducirá a los más pequeños en el manejo de telescopios. Unas actividades que Fernando Vélez desarrolla a través de su línea empresarial Espacio Ciencia. «Es una experiencia para acercar a los niños la astronomía y el manejo del telescopio digital de forma fácil y sencilla. Si saben lo que están haciendo van a estar motivados para usar el telescopio», señala.

Como complemento, habrá un espectáculo de magia centrado en la figura de Isaac Newton. La actividad coincide con el magosto comarcal que este año se celebra en la localidad de Pozos, el primer pueblo de Cabrera Alta desde Castrocontrigo.

«Desde hace dos años trabajo con los ayuntamientos para que vea que el cielo nocturno es un activo muy importante para las zonas rurales», explica. La divulgación de la ciencia y la astronomía en zonas despobladas es uno de los objetivos de Fernando Vélez, una idea que plasmó en un proyecto avalado por el Ministerio de Cultura con fondos europeos que no pudo completar debido a la premura de los plazos, pero con la que sigue empeño de abrir camino a esta actividad y al astroturismo en la provincia leonesa. El ingeniero dispone de un hosting de telescopios, realiza planes estratégicos de turismo astronómico y sensibiliza a los ayuntamientos para que protejan sus cielos con planes de iluminación de baja contaminación.

De momento tres municipios leoneses se han sumado a esta iniciativa que a veces lucha con el deseo de los vecinos de una sobreiluminación. Villasabariego tiene el proyecto terminado, Sabero, está en obras y en Vegas del Condado han licitado el proyecto. Vélez fomenta medidas de protección del cielo nocturno, la difusión cultural de la astronomía y el desarrollo económico sostenible local a través del astroturismo. «Mi interés es divulgar y motivar a la gente joven para acercarse a la ciencia más allá de algo muy llamativo, como tener dos astronautas; hay que motivar a los niños».