EL ASEDIO DE LOS COLONOS
Antes de que el estallido del conflicto todos los analistas temían que algo así ocurriera en Cisjordania, donde la violencia de los colonos, envalentonados por el Gobierno de extrema derecha, ha traído una radicalización de la militancia palestina. A ellos apelaba Hamás en los vídeos publicados en Telegram días después de la matanza. Lo que no ha conseguido la propaganda terrorista lo pueden lograr los ultraortodoxos desalmados que ocupan propiedades, arrasan cultivos y matan a sangre fría. «Es como echar gasolina al fuego», advirtió el presidente Joe Biden la semana pasada. No respondía a ninguna pregunta expresa. Era un mensaje que quería lanzar, porque estaba «alarmado por los ataques de colonos extremistas a palestinos en Cisjordania», dijo. «Están atacando a los palestinos en lugares en los que ellos tienen derecho a estar y eso tiene que parar ya», añadió. Desplazados internos Su ultimátum no surgió efecto. Según dijo el coordinador de Emergencias Humanitarias de la ONU, Martin Griffiths, solo desde el 7 de octubre esa violencia ha forzado a 828 palestinos de 15 aldeas abandonar sus casas. Con ello el número de desplazados internos en Cisjordania se estima ya en 2.000 en lo que va de año, de los que el 43% se habrían producido en las últimas tres semanas.
Llegan precedidos por soldados israelíes, que hacen de facto las funciones de cuerpo de seguridad y transmiten el ultimátum. Bilal Saleh, un padre de familia de 40 años, estaba recogiendo aceitunas con su familia el sábado pasado en su aldea de Al-Sawiya cuando los militares israelíes le dieron tres minutos para marcharse antes de que llegaran los colonos. Como debió parpadear, estos llegaron y no se lo pensaron: apenas empezó la discusión le metieron un disparo en el pecho delante de sus hijos. El líder del asentamiento judío al que pertenecían los colonos, Yossi Dagan, declaró en un vídeo que le habían disparado «en defensa propia» tras ser «atacados con piedras por docenas de seguidores de Hamás». Con esa excusa suman sus víctimas a la ofensiva del Ejército israelí en Cisjordania, que ha resultado ya en el año más mortal que se haya vivido en los territorios ocupados que gobierna la Autoridad Nacional Palestina desde la segunda intifada, hace más de dos décadas.