La infancia de León pide ser el centro de las decisiones públicas
- Niños, niñas, adolescentes, profesorado, asociaciones y administraciones están preocupados por el futuro de la infancia en una sociedad segura pero en la que se oyen cada vez más mensajes racistas, se presta poca atención a una educación pública de calidad y en la que vulnerabilidad económica aumenta la brecha digital y el riesgo de absentismo escolar.
«Nuestro futuro está en vuestras manos». El alcalde de León, José Antonio Diez, lanzó este mensaje a los niños y niñas de ocho colegios de León que participaron este viernes en las actividades organizadas para conmemorar el Día Universal de la Infancia, que se conmemora el 20 de noviembre. «Aunque seáis pequeños sois los más importante».
Los menores que leyeron el manifiesto elaborado en el Consejo Municipal de la Infancia, en el que participan ocho niños y niñas junto a asociaciones, partidos políticos y el Ayuntamiento de León, reclamaron ser el centro de las decisiones públicas. «Somos 17.700 personas en León, el 15% de la población y queremos estar en el centro de las decisiones», una petición en la que instan a disponer de las herramientas necesarias para afrontar los desafíos que amenazan su futuro, como la violencia, la pobreza, la desigualdad, las crisis económica y climática, el covid y las guerras como las de Ucrania y Gaza. «Invertir en infancia es una acción económica rentable», dijeron los niños y niñas que leyeron el manifiesto en el que reclamaron mejorar las leyes que les protegen, una mayor participación y solidaridad intergeneracional. «Seremos valorados si se lucha contra la discriminación con independencia de la edad, sexo, origen o procedencia o capacidad económica».
La procedencia y la capacidad económica es lo que lastra la igualdad educativa. «En las aulas ahora hay una diversidad y situaciones familiares que no existía hace veinte años y esa diversidad necesita acciones que permitan una educación integral, no sólo en los contenidos, sino en los aspectos socioeducativos. En España, el acceso a la educación no es igual para todo el mundo, las situaciones de las familias no son iguales». Sara Prieto, profesora de Primero de ESO en el Padre Isla, apuesta por reforzar la educación tecnológica, los hábitos saludables y la escuela de padres. «Las familias que acuden a la escuela de padres no son precisamente las que más lo necesitan. Hay que abrir un puente entre las familias y los centros con personas formadas. Nosotros detectamos las situaciones de vulnerabilidad, pero hay que ofrecer formación al profesorado porque, a veces, no sabemos cómo actuar».
Pilar Robles, directora del colegio Padre Manjón, cree que una educación de calidad no se construye sólo con recursos. «Hace falta que la política se tome la educación en serio, potenciar la formación del profesorado. La educación tiene que perseguir la excelencia. El trato que se da a los niños y niñas en los colegios puede crearles un trauma o fortalecer sus potenciales. Si hay recursos, si los políticos se lo toman en serio, llegarán a la excelencia».
La concejala de Juventud, Vera López, destaca el trabajo de los técnicos de los servicios municipales por reducir el absentismo escolar. «El confinamiento por la pandemia evidenció una brecha tecnológica en algunas familias que intentamos reducir con apoyos, pero hay menores que todavía arrastran esa diferencia. La infancia de León tiene sus derechos cubiertos, pero los servicios sociales refuerzan los apoyos para evitar el absentismo». Los técnicos municipales evidencian que el covid supuso un antes y un después. «Había familias que tenían miedo a enviar a sus hijos al colegio y se generó un desfase curricular. En todos los barrios hay aulas socioeducaticas para los alumnos de 3º y 6º de Primaria y disponemos de programas para apoyar a las familias en riesgo». Para cubrir todas las necesidades, los equipos sociosanitarios trabajan en red. «Asociaciones y administraciones crean canales de comunicación para trabajar juntos por la infancia».
Las asociaciones leonesas que trabajan por la infancia están preocupadas por la salud mental. «Los estudios demuestran que cada vez hay más niños que llegan a los colegios medicalizados. Hay que invertir más en la prevención de los problemas mentales en la infancia». Sandra Mateos, de la asociación Auryn, que atiende a 80 menores, ve un cambio de tendencia. «No hay mucha inclusión. Los hijos de las familias de inmigrantes juegan entre ellos. No paran de escuchar mensajes racista, acentuados por los políticos de extrema derecha, que ahora se hacen más evidentes con mensajes y comentarios que los niños perciben. Perciben el racismo con Palestina, el doble rasero que existe, que no se defiende a los niños que están siendo asesinados. No se ha reaccionado igual que con la guerra de Ucrania, y los hijos de familias musulmanas lo viven como un racismo porque no son europeos».
Estefanía González, de Juan Soñador, trabaja en los proyectos ‘Construyendo mi futuro’ y ‘Espacio Mestizo’ en los que participan menores entre los 12 y los 18 años «Cada vez hay más niños con medicación a los ofrecemos atención psicológica. observamos más ansiedad y una baja autoestima. Les cuesta mucho relacionarse, tienen mucha presión y les influye mucho las redes sociales, que hacen mucho daño. Hay muchas familias desestructuradas que no pueden atender al 100% a sus hijos».