cartas al director
c Prisciliano Castillo Arredondo se pregunta, ‘Y ahora ¿qué podemos hacer?’: «Nada; aguantarnos amargamente; rechinar los dientes de rabia y aceptar de mala gana lo que este Gobierno ‘progresista’ (progresismo del cangrejo, cada vez más para atrás) nos quieran imponer ahora con este gobierno más populista todavía que el anterior haciendo oposición a la oposición. Sí pudimos hacer algo distinto el 23 de julio. Estoy seguro que millones de los que han llenado las plazas y calles en protestas pacíficas ahora les pesa. Perdonamos a este mentiroso compulsivo desde la tesis plagiada, la urna tras la cortina, el confinamiento ilegal, los indultos, etc, etc. Unos no votaron ‘Para qué, ya está todo el pescado vendido’. Otros por el voto que emitieron. No quisimos ver los que lo que este egocéntrico ya estaba tramando. Ojalá aprendamos la lección; que cuando esta pesadilla pase, que pasará, actuemos rectamente para sacar a España de la ciénaga que estos la irán hundiendo».
c Javier Huerta Calvo (presidente de la Asociación de Amigos de la Casa Panero) titula su carta ‘Del señor catedrático a la Junta Local del PP’: «No quiero abusar de la generosidad del Diario de León y seré breve en la respuesta al prolijo escrito que, con el título de ‘Al señor catedrático’, apareció el día 21. Recuerdo, por ahorrar retórica, varios artículos que, sobre el Museo Casa Panero y la penosa gestión que de él lleva haciendo el Ayuntamiento de Astorga, han escrito Julio Llamazares, Manuel Arias, Andrés M. Oria, Max Alonso, Julio Vélez, Pedro G. Trapiello y Eduardo Aguirre, los dos últimos en este mismo Diario. Aprovecho para agradecer a todos su apoyo.
De manera tan burda como torpe el tapado portavoz de la Junta personaliza en mí la que es solo una cuestión de estricta política cultural, y trata de convertirme en el chivo expiatorio de sus desvaríos. Entiendo, desde luego, que a estos cargos del PP astorgano haya escocido el manifiesto que, hace unas semanas, concitó más de doscientas cincuenta adhesiones, entre ellas las de Luis Mateo Díez, Antonio Colinas, José María Merino, Pablo Andrés Escapa, José Luis Puerto, Juan Pedro Aparicio, Juan Carlos Mestre, Marifé Santiago, por mencionar unos cuantos nombres de la gran familia leonesa. Entre los firmantes había, además, académicos, numerosos profesores de la Universidad de León e intelectuales que, como Luis Alberto de Cuenca, Fernando R. Lafuente o Juan Manuel Bonet, ocuparon altos cargos durante la administración de gobiernos del PP. Y no faltaban, claro, muchos astorganos de a pie amantes de la cultura, algunos de ellos, por cierto, militantes del mismo partido.
Con malevolencia impropia de representantes públicos, me atribuyen los señores de la Junta Local, a través de pluma interpuesta, veleidades políticas a ellos hostiles. Bien saben que no participo de conspiración alguna, a gala tengo mi independencia, y de mi lealtad, por encima de banderías, pueden dar fe los tres últimos alcaldes de Astorga, entre ellos Arsenio García Fuertes, del PP, a quien se debe el impulso definitivo de la musealización de la Casa. Así es que no hay causa política que valga, señores de la Junta, sino solo el interés por salvar un bien patrimonial del que Astorga, una ciudad de tanta solera cultural, debe sentirse orgullosa».
c Pedro García se pregunta ‘¿Un informe?’: «El informe encargado por el Congreso al Defensor del Pueblo sobre los abusos en la Iglesia se ha convertido en un calculado instrumento de propaganda anticatólica. Muchos medios han sustituido interesadamente las cifras reales del informe por las de una encuesta, han extrapolado los datos, y han construido un relato a la medida de sus prejuicios. La situación no puede ser más triste y vergonzante, porque ha vuelto a demostrar hasta qué punto a algunos poco les importan los medios con tal de conseguir el fin que persiguen. En primer lugar, el encargo del informe, centrado solo en la Iglesia católica, hubiera sido impensable siquiera plantearlo, si hubiera puesto la lupa exclusivamente sobre cualquier otro colectivo. Y muestra también la relevancia sin igual que esos mismos le conceden a una institución como la Iglesia que, una y otra vez aparece, instrumentalizada por el poder político cuando se trata de radicalizar a los propios, rascar unos cuantos votos, o distraer la atención de la opinión pública. Aún así, la realidad es tozuda y los datos, por mucho que se quieran falsear, arrojan 487 casos verificados en más de medio siglo por la Unidad de Atención a las Víctimas. Lo demás son manipulaciones de una encuesta, algo contrario a cualquier metodología científica seria».
¿Considera que las dudas sobre la estabilidad del nuevo Gobierno de Sánchez perjudicarán a la economía española?
SÍ 85%
NO 15%
Cree que la presencia de Óscar Puente
en el Ministerio de Transportes podría llegar a ser buena para la provincia de León?