Diario de León

TECNOLOGÍA VERDE

Mujeres que rompen la brecha de la energía renovable

Tres profesionales de Naturgy en Castilla y León ejemplifican con su experiencia cómo la transición energética puede abrir la puerta al talento femenino

El talento femenino se hace visible de forma evidente en Naturgy. DL

El talento femenino se hace visible de forma evidente en Naturgy. DL

León

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Cerrar la brecha de género en la ciencia y la tecnología, en general, y en las energías renovables, en particular, continúa siendo una tarea pendiente. Las causas son variadas, pero todas conducen a una clara invisibilidad del talento femenino en el ámbito científico-tecnológico, a una falta de referentes, a un sinfín de estereotipos y a una cultura empresarial masculinizada que «han conducido, todavía hoy, a una disociación entre mujer y tecnología» de la que no es ajena la transición energética, como -3explica la directora general de la Fundación Naturgy, María Eugenia Coronado. La prueba está en el estudio ‘El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España’, publicado por Fundación Naturgy, en colaboración con el Instituto para la Transición Justa (ITJ), que concluye que la brecha de participación de género es «profunda y persistente», y «al ritmo de avance registrado en los diez últimos años, la paridad de género en el empleo de la transición energética tardaría 265 años en alcanzarse».

Aunque la balanza sigue muy desnivelada, esa grieta tiende a cerrarse. «Son pocas mujeres aún en el sector, sí, pero estamos en el camino para romper esa brecha», subraya María José Sánchez, directora de Recursos en Renovables, Nuevos Negocios e Innovación en Naturgy, partidaria de acelerar ese empuje y trabajar para visibilizar la labor de las mujeres en este campo.

Las experiencias profesionales de la química Alida Zamora, la ingeniera Susana Cornejo o la ingeniera superior Industrial Violeta Aguado, rebaten punto por punto esta falta de presencia de la mujer en el sector. Forman parte de ese 18,2% de empleos vinculados a la transición energética que son ocupados por mujeres.

Objetivo
La sociedad necesita todo el capital humano para que la transición energética sea una realidad pronto

Alida y Susana llevan en el sector dos décadas. Violeta ha sido la última de las tres en incorporarse, pero todas ellas han limado barreras y trabajan en Naturgy en Castilla y León: Susana, en el área de Explotación de instalaciones renovables; Violeta y Alida, en el área de Desarrollo de nuevos proyectos renovables en Castilla y León.

«Creo que hace dos décadas el sector de las renovables era bastante nuevo, por lo que probablemente era difícil acceder para cualquiera. Ahora que la sociedad está más concienciada con los problemas medioambientales y con la necesidad de la descarbonización, existen más personas trabajando en las renovables. Lo que también implica a más mujeres en esta industria, sobre todo porque ahora somos más las que optamos por carreras STEM», expone Violeta.

La compañía cuida de sus valores femeninos. NATURGY

La compañía cuida de sus valores femeninos. NATURGY

Faltan referentes

Para Susana, la razón de la escasez de mujeres en el sector está en la falta de «referentes femeninos» que abran camino y sirvan de guía. También en una cultura empresarial «muy masculinizada». De hecho, narra que a lo largo de su vida profesional ha estado «rodeada mayoritariamente de hombres, tanto por compañeros como proveedores», aunque nunca ha sentido que «fuera un condicionante».

Violeta lamenta que «se han creado una serie de estereotipos que aún siguen vigentes y que redundan en falta de vocaciones, debido a que se arrastra una historia en la que la tecnología en los ámbitos más industriales o de construcción ha estado muy masculinizada».

Sus responsabilidades dentro de la compañía rebaten esa segregación ocupacional a la que alude el estudio de Fundación Naturgy y el ITJ, y que concluye que más del 44% de las mujeres ocupa puestos administrativos y solo el 24% de las mujeres alcanza un puesto técnico de alta cualificación.

«No creo que sea un sesgo diferenciador del sector; lo encontramos en todos los sectores y es algo que se arrastra de otras épocas», contesta Alida. La experiencia le dice a Violeta que esta segregación es cada vez menor. De hecho, el área de Gestión Técnica de Proyectos de Naturgy está mayoritariamente formada por mujeres, igual que el departamento de Desarrollo de Castilla y León al que pertenece.

Techo de cristal

Ser mujer no ha condicionado, según expresan, su elección educativa, ni limitado su acceso al mercado laboral en el sector energético, ni tampoco su desarrollo profesional dentro de la empresa, pero sí perciben que existe un techo de cristal que dificulta que más mujeres accedan a puestos directivos. «Debería ser un tema de valía, no de género», manifiesta Susana.

Violeta apunta como una de las causas de esta barrera, general en el mercado laboral, «la consideración discriminatoria hacia tareas básicas en el ámbito familiar» y, por ello, reclama que se «favorezcan medidas para que cualquier trabajador, con independencia del género, su formación y su nivel jerárquico», pueda ejercer sus obligaciones «con la dedicación y disponibilidad adecuada» y sin que eso limite sus posibilidades de ascenso.

Consciente de esta realidad, Naturgy se ha marcado como objetivo contar «con un 40% de mujeres en puestos directivos y gerenciales en 2025». Este y otros objetivos le han valido a la compañía para ser reconocida como una de las más comprometidas con la visibilidad y promoción de la mujer por Intrama, al lograr el certificado ‘Best Women Talent Company 2023’.

«Valoro muy positivamente formar parte de una compañía comprometida con la visibilidad y promoción de la mujer», apostilla Alida, quien añade que se siente «una más dentro de un gran equipo que trata de aportar su mejor versión para contribuir positivamente en este momento de cambio».

Las tres profesionales coinciden en que el reto de la transición energética, para que sea justa, no puede prescindir de nadie y que las mujeres, como parte sustancial de la sociedad, tienen que jugar «un papel activo». «La sociedad necesita todo el capital humano que pueda contribuir a que la transición energética sea una realidad en el menor tiempo posible», subraya Violeta, para quien es esencial que las mujeres «participen en el diseño, en la toma de decisiones, en su desarrollo y en su aprovechamiento». También lo ve «imprescindible» Susana, porque «todas las personas aportan ideas y visiones diferentes».

Sus experiencias personales las avalan para aconsejar a las futuras generaciones de mujeres que «confíen en ellas, en sus capacidades y valía», tal y como recomienda Susana. Alida anima a que todas «luchen por aquello que sea una prioridad para ellas y que no tengan miedo en dudar o en equivocarse». Mientras que Violeta va más allá y las invita a que elijan titulaciones STEM y apuesten por el sector energético, «clave para el desarrollo económico y social, y en constante evolución».

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