«Combinar CAR-T y ARN mensajero ayuda al sistema inmune contra el cáncer»
El científico Fermín Sánchez-Guijo, jefe de Servicio de Hematología en el Hospital Universitario de Salamanca, catedrático de Medicina de la Universidad de Salamanca y director del Área de Terapia Celular del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca, ofreció este lunes una conferencia en León sobre el Presente y futuro de la inmunoterapia celular, dentro del ciclo Inmunoterapia, una revolución en medicina, organizado por la Fundación Sierra Pambley.
—¿Qué es la inmunoterapia celular?
—La inmunoterapia celular consiste en el empleo de células que ejercen un efecto sobre el sistema inmune (o bien son células propias del sistema inmune) para el tratamiento de diversas enfermedades donde el sistema inmunitario juega un papel importante en su desarrollo o progresión.
— ¿Para qué pacientes está indicada?
—En la actualidad, las células más importantes que se están empleado en la inmunoterapia celular, clasificadas como medicamento de terapia avanzada (que es un concepto farmacéutico), son las células CAR-T. Las células CAR-T están aprobadas en la Unión Europea para el tratamiento de algunos subtipos de leucemias agudas (las leucemias linfoblásticas), algunos linfomas no-Hodgkin, y el mieloma múltiple. Se trata de linfocitos T del propio paciente al que, mediante ingeniería genética, se les inserta un receptor quimérico, porque contiene una estructura propia de los anticuerpos y una estructura del propio linfocito T, que reconoce selectivamente a la célula tumoral y la destruye.
— ¿Cuántos pacientes reciben esta terapia actualmente en Castilla y León?
—El Hospital Universitario de Salamanca fue uno de los ocho primeros centros en España que se acreditaron por parte del Ministerio de Sanidad para aplicar esta terapia, y hasta la fecha se han tratado ya cerca de 200 pacientes, unos 40-50 al año. muchos de ellos proceden de la provincia de León.
— ¿Cómo ve el futuro de estas terapias?
—El futuro es poder ampliar las indicaciones dentro de estas mismas enfermedades y ampliarlas, no sólo a otras enfermedades hematológicas sino a tumores sólidos, y a otras enfermedades no neoplásicas, especialmente las enfermedades autoimunes y otros procesos crónicos.
— ¿En qué proyectos de investigación está trabajando ahora y cuáles son los principales avances?
—Estamos trabajando en varios aspectos diferentes en inmunoterapia celular. Por una parte estamos muy interesados en analizar y comprender mejor algunas complicaciones del tratamiento, como las citopenias o los síndromes de activación de los macrófagos, y cómo prevenirlas o tratarlas. Por otro lado estamos trabajando, en colaboración con otros centros españoles y norteamericanos, en nuevos diseños de CAR-T que mejoren lo actual, y también buscando nuevas dianas en otras enfermedades que pueden ser tratadas con estas células, especialmente tumores sólidos.
—¿En qué momento están estas terapias en Castilla y León?
—Castilla y León ha sido una comunidades privilegiada por disponer de terapia CAR-T desde el primer momento, y tenemos un engranaje de funcionamiento con todos los centros de la comunidad y de otras comunidades autónomas que nos envían pacientes que está muy bien engrasado. Tenemos una actividad enorme de ensayos clínicos, y la mitad de los pacientes que hemos tratado en Salamanca lo han sido dentro de ensayos clínicos. Hace pocas semanas, nuestra Unidad de CAR-T fue reconocida como la mejor de España en los premios Best-in-Class 2023, por lo que es importante reconocer la labor de todos los implicados a nivel autonómico y a nivel local en este campo.
—Si tuviera que comparar la quimioterapia que se daba hace poco a los pacientes con el futuro del tratamiento contra el cáncer ¿cómo lo definiría?
—Cada opción de tratamiento tiene sus ventajas y sus inconvenientes. La quimioterapia y las nuevas terapias dirigidas, incluida la inmunoterapia celular, son más complementarias que alternativas. La quimioterapia va a seguir empleándose en el futuro, pero cuantas más terapias dirigidas a la célula tumoral, mucho mejor para todos, porque incrementamos el arsenal terapéutico y aportamos más alternativas para todos.
— ¿De qué manera ha cambiado la investigación contra el cáncer después de utilización de la tecnología de ARN mensajero para la vacuna contra el covid?
—La tecnología del ARN mensajero han cambiado la forma de potenciar el sistema inmune y su hallazgo ha sido sido reconocido por el Nobel de Medicina del año 2023 para Katalin Karikó y Drew Weissman. Su papel ha sido clave en la pandemia del coronavirus, como todos sabemos. Se está empezando a disponer de datos sobre la combinación del empleo de esta ‘vacunación de ARN mensajero’ con otras modalidades de inmunoterapia, incluidas las células CAR-T, para potenciar al sistema inmune frente al cáncer, y habrá que estar muy atento a esta línea de investigación y sus resultados en los próximos años.