Fumar o vapear en terrazas tiene los días contados
El Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, parado dos años, estará en marcha en el primer trimestre de 2024
Fumar o vapear en terrazas o aledaños de colegios y centros sanitarios es una foto cotidiana en España. Sin embargo, este hábito «tiene los días contados», según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, tras anunciar Sanidad la voluntad de ampliar los espacios sin humo y limitar los liberadores de nicotina.
El Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, que lleva casi dos años en el cajón, estará «revisado y en marcha» en el primer trimestre de 2024 si bien la reforma de la ley antitabaco «va para largo, dos años al menos», ha informado a Efe el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), Francisco Pascual.
El anuncio de la ministra de Sanidad, Mónica García, de «sacar del cajón» el plan integral antitabaco 2021-2025 ha activado a las comunidades autónomas que, de forma generalizada, piden consenso en todas las medidas que se adopten para que no haya disparidades entre unas regiones y otras.
En esa ampliación de «espacios sin humo» no solo estarían las terrazas de bares y restaurantes, sino que también tienen cabida las playas, las marquesinas o las paradas del transporte público o coches privados en presencia de menores o embarazadas, además de ampliar la distancia para fumar de centros sanitarios y educativos.
En Madrid se puede fumar y vapear en terrazas y en las proximidades de colegios, parques infantiles y hospitales. La presidenta Isabel Díaz Ayuso se ha mostrado contraria a «demonizar» el consumo de tabaco al aire libre y el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha tildado de «disparate» esa posible prohibición.
En el caso de Galicia, se prohibirá fumar en marquesinas y paradas de transporte público y en piscinas públicas. Además, se regulará un espacio libre de humo obligatorio de 50 metros respecto a dependencias de administraciones públicas, recintos sanitarios y centros docentes.
En el País Vasco, la ley autonómica prohíbe fumar en lugares donde se desarrollen espectáculos públicos, incluso al aire libre, cuando estén dirigidos a menores, aunque no hay una normativa que regule el consumo de tabaco en las proximidades de colegios, parques o centros de salud.
El Principado ha impulsado un programa de playas libres de humo al que se han sumado 27 de los 200 arenales asturianos.
En Canarias está prohibido fumar en playas turísticas como Mogán (Gran Canaria) y en las dos capitales, que han vetado el tabaco en Las Canteras y Las Teresitas.
Cantabria prohíbe fumar o vapear en playas desde 2022 y en recintos acotados de parques infantiles. No está prohibido en espacios deportivos abiertos o parques naturales, a excepción del Parque de Cabárceno, que dispone de seis zonas libres de humo.
Castilla y León
Para aprobar nuevas medidas, las comunidades han reclamado diálogo y consenso. En Castilla y León, el portavoz de la Junta, Carlos Fernández, ha subrayado que el «ámbito de las prohibiciones es positivo si se hace con el conjunto de las comunidades».
En Extremadura está prohibido fumar en terrazas si están protegidas por toldos o similares. De momento la Junta no se plantea extender la prohibición al transporte privado, zonas de baño o al aire libre.
Desde la Comunidad Valenciana, el presidente Carlos Mazón ha reclamado criterios sanitarios y consenso con la hostelería si se toma la decisión de prohibir fumar en terrazas, al igual que lo han reclamado los gobiernos de Murcia y Aragón.
La hostelería ha pedido a la ministra una reunión argumentando que esta medida «empeorará» sus negocios.
Castilla-La Mancha ha recordado que la implantación de medidas restrictivas ha demostrado que no supone un impacto negativo para el negocio.
En Baleares, la Federación Empresarial de Restaurantes (FERIB) ha impulsado una campaña para que los establecimientos se declaren «libres de humo».
En Cataluña, el conseller de Salud, Manuel Balcells, ha expresado su voluntad de regular el tabaco en terrazas e incluso en coches privados, si viajan personas vulnerables, con el fin de proteger al fumador pasivo.
Andalucía tiene prohibido el consumo en centros y dependencias de la administraciones públicas, centros de enseñanza y formación, incluyendo áreas de acceso situadas a 50 metros.