La retratista de la esperanza

ana gaitero

LEÓN

Patricia Aller acudió este año a la marcha por el Día Mundial de la Salud Mental como usuaria del Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) San Juan de Dios de León. Le llamó la atención un papá con un niño a hombros al que le habían puesto una pañoleta reivindicativa e instintivamente le hizo una foto.

En esa imagen vio reflejado el espíritu solidario y la implicación social en la salud mental. «Con nuestra participación, todo el mundo podemos ser solidarios con la salud mental», señala esta mujer de 41 años que habla desde una experiencia vital difícil porque la enfermedad mental ha cambiado su vida.

«No tenía intención de presentarla a ningún concurso, pero me animé a enviarla al de Creacción Mental», explica. Este colectivo, que agrupa a varias entidades del ámbito de la salud mental, convocó el IX Concurso de Fotografía ‘Soy persona, soy ciudad’ con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre. Lo que menos esperaba es que su foto, titulada Esperanza, y que firmó como Olaf. «La hice simplemente para tenerla de recuerda», señala Patricia Aller. Una prueba en la que reconoce que «todos somos iguales». Un diagnóstico no puede ser un elemento de discriminación, sostiene. «Es una pena que la gente nos mire como bichos raros. Somos iguales. Con un poco de paciencia, somos personas iguales», recalca.

Por eso considera «muy emblemático que el padre participara en la marcha con el niño». Es la forma más bella, dice Patricia, de lanzar ese mensaje de solidaridad y de esperanza en que toda la sociedad se involucre en la salud mental. Que un padre enseñe a su hijo es el primer paso. «Poner etiquetas a las personas es una tontería», subraya mientras invita a todo el mundo «a ir al psicólogo, aunque sólo sea para desahogarnos».

Hay personas que necesitan más apoyo. Tras una crisis aguda, Patricia Aller ha encaminado su recuperación en el CRPS de San Juan de Dios. Empezó el 13 de abril de este año y está contenta. «Lo recomiendo. Te ayudan a sobrellevar tus problemas y a trabajar con tu enfermedad para conocerla», comenta.

Ha trabajado durante veinte años en un centro comercial y además del problema de salud mental tiene tres hernias en la espalda, por lo que está jubilada desde el 1 de junio. A veces siente que su nueva situación aleja a las personas, «te miran mal».

La enfermedad le ha cambiado todo y también ha tenido un impacto muy grande en su familia. «Es una enfermedad dura y hay quien todavía no lo entiende y a veces es difícil convivir con todo esto», subraya.

«Todas las personas que están a tu alrededor también tienen que aprender», añade. Cuando le comunicaron que era una de las ganadoras del concurso de fotografía de Creacción Mental, en la categoría de composición técnica, «no me lo podía creer. Estuve llorando todo lo que quise y ni siquiera abría el paquete con el regalo, hasta que me dijeron que si no lo abría. Iba llorando a mares».

La sorpresa fue que el regalo era una pequeña cámara con un diseño que imita a las clásicas Leika. Una nueva herramienta para mirar la realidad desde el objetivo y poner el foco en las cosas que le conmuevan y muevan como ese padre con su hijo que tanto significado ha tenido para ella.

Además de Patricia Aller, ganaron el concurso fotográfico, en la categoría composición artística, Carolina García Morán, del Hospital Santa Isabel, con el título Manos de Gata y bajo el seudónimo La Gata Maja. En la categoría de votación popular el ganador fue Anónimo, del Hospital Santa Isabel, con el título Reflejos y con el seudónimo Pepito.