El obispillo y un oso en Truchillas
La festividad de los Santos Inocentes renovó la tradición en Burgos con Diego Pavel; en León la inocentada más curiosa fue una foto de un plantígrado en Cabrera
El niño Diego Pavel desfila en Burgos en una mula como representante de los Santos Inocentes. SANTI OTERO
El niño de 12 años Diego Pavel ha sido investido este jueves, Día de los Santos Inocentes, como «Obispillo» de una las tradiciones navideñas más antiguas de la capital burgalesa, en medio de lo que el propio protagonista ha calificado como mezcla de «emoción y alegría».
Montado en una mula blanca, el niño, que fue elegido por sus propios compañeros de la coral infantil ‘Pueri Cantores’ de la Catedral de Burgos, ha recorrido varios lugares de la ciudad, entre ellos el Arzobispado y el Ayuntamiento, donde ha sido recibido, como marca la tradición, con honores de Obispo.
Diego Pavel ha recordado que llegó a la Escolanía catedralicia animado por un sacerdote que le invitó a probar. A Diego le gustó formar parte del coro y ya lleva dos años formando parte del mismo. El chaval dijo estar «muy contento y agradecido» a sus compañeros por haber sido elegido «Obispillo».
La tradición se remonta al siglo XV y el traje, la mitra y el báculo son los mismos desde hace décadas porque, aunque hubo un paréntesis de varios años en los que se dejó de celebrar esta tradición, uno de los miembros de la Escolanía de la Catedral guardó estos elementos y los entregó cuando se recuperó a mediados de los noventa. El ‘Obispillo’ es un cargo que supone poder ser el representante de todos los niños de la ciudad el 28 de diciembre.
Las tradicionales ‘inocentadas’ de la jornada del 28 de diciembre fueron muy escasas y poco originales. Por los grupos sociales de Cabrera circuló la foto de un oso que supuestamente paseaba entre la nieve en la localidad de Truchillas. Incluso se dijo que los vecinos que le habían bautizado con el nombre de Ratamplán porque se llevaba comida del área de descanso del lago de Truchillas.
Inocentada fue también la del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, al anunciar que el castillo de Santa Bárbara de Alicante será la nueva sede de la Generalitat. Lo mismo ahora se lo reclaman. Las capitales siempre son objeto de disputa. Para muestra la inexistente en Castilla y León.