La Protectora devolverá a Paca solo con un decreto que revoque su requisa
La perra de Salvador Armesto fue declarada potencialmente peligrosa y requisada la víspera de Nochebuena
A la izquierda, Salvador Armesto, desolado en la Protectora de Animales de León cuando fue a ver a Paca y le dijeron que estaba lejos de León. A la derecha, su perra. RAMIRO/DL
La Asociación Protectora de Animales y Plantas de León ha emitido un comunicado en el que manifiesta que recogió a la perra Paca a instancias de un decreto del Ayuntamiento de León que declaró a la mascota como PPP (perro potencialmente peligroso) y ordenó la confiscación a su dueño .
"Esta entidad aplicará en todos sus términos y con la misma diligencia cualquier otro decreto de revocación y procederá a la devolución del animal o cualquier otra decisión que se contemple en norma jurídica de igual rango", subraya.
La posición de la Protectora es que el permiso que el veterinario municipal dio a Salvador Armesto para visitar e incluso padear a la perra el pasado jueves no es válido. Sin embargo, al dueño le dijeron ese día como argumento para no verla que la perra no estaba en el recinto de la Protectora y, a preguntas de este periódico, la vicepresidenta aseguró que la perra se encuentra acogida en Santander.
El comunicado menciona en primer lugar un expediente del Servicio Territorial de Agricultura en el que se señala que la perra Paca puede ser susceptible de transmitir la rabia.
Asimismo, hace referencia a los 22 incidentes que, desde 2020, figuran en los antecedentes de este animal. De todos ellos, el primero es el único en el que no se menciona mordedura con resultado de heridas, mientras que la mayoría señalan 'mordedura sin parte'.
La perra fue requisada el pasado 23 de diciembre en la plaza Pícara Justina cuando se encontraba atada junto a su dueño, que hacía su espectáculo callejero de pompas de jabón.
Un operativo de seis policías locales participó en esta acción, junto con la Protectora que, por convenio con el Ayuntamiento de León, está obligada a la recogida de animales abandonados o confiscados.
La Protectora alega que "no ha hecho más que cumplir el decreto" y actuar según "el interés superior del animal" como mandan los principios de la entidad.