«La situación en la franja de Gaza es terrible»
Testimonio de una familia acogida en León que huyó antes de la guerra actual
«La situación en la franja de Gaza es terrible», asegura Needa, una joven ingeniera informática de 37 años que el 3 de abril de 2023 llegó a León con sus dos hijos mayores: Ahmed y Adam. Su marido Ramzi Albayrouti —de 38— y su hija menor, de cinco años y medio, dejaron atrás Palestina medio año antes a través del paso fronterizo de Rafah hacia Egipto.
«Los hombres menores de 40 sólo podemos cruzar al país vecino con un permiso especial o pagando miles de dólares», señala él, que, afortunadamente, consiguió una autorización para que su hija pudiera ser intervenida en un hospital español de una curvatura de las piernas que ya le estaba causando serios problemas en las rodillas: «Si hubiera esperado, hoy mi familia estaría muerta».
Ambos están acogidos a un Programa de Protección Internacional (PPI) del Hospital San Juan de Dios de León.
«Laaje» significa refugiado en árabe. Un apellido que el periodista Ramzi Albayrouti, reportero del canal de TV ‘Palestina Hoy’, se vio obligado a colgarse hace algo más de un año cuando llegó a España, aunque desde la primera guerra con Israel, en 1948, cientos de miles de habitantes y sus descendientes viven refugiados dentro de su propio territorio o en otros países de Oriente Próximo como Siria, Líbano y Jordania bajo «el yugo de la ocupación» y ante «la indiferencia de la comunidad internacional».
«Son 75 años sufriendo un asedio constante», denuncia. «Nuestro hijo mayor, que tiene 12 años, ya ha pasado por cuatro guerras. ¿Qué infancia es esa», lamenta su mujer Needa, una ingeniera informática que, antes de seguir los pasos de Ramzi y su pequeña Salma, trabajaba para el Ministerio de Salud de Gaza.
No obstante, la difícil realidad de Palestina, en la que cada día es peor que el anterior, unida a un conflicto con otra familia que le estaba complicando demasiado la existencia con sus amenazas fueron los motivos principales de una decisión que ya «no tiene vuelta atrás». «Estoy tranquila, pero muy preocupada por nuestras familias», confiesa Needa.
Ramzi aterrizó en Barajas la madrugada del 7 de noviembre de 2022 junto a Salma. «Primero volamos a Casablanca», explica un hombre que aún recuerda con angustia su salida de Gaza. Ya en Madrid su obsesión no era otra que cursar la solicitud de asilo para pedir la reagrupación familiar.
«Sabía que en la capital la demora era alta, así que me fui a Guadalajara. Primero llamé a la puerta de Cruz Roja, que me habló del año 2024 para una primera entrevista; y después de Accem que, tras ponerse en contacto con las oficinas del resto de España, me derivo a León porque era la ciudad donde más rápido daban cita», pone de relieve Ramzi para, a renglón seguido, explicar que —tras seis meses de su mano— llegó al Programa de Protección Internacional (PPI) de San Juan de Dios.
«Todos los días iba a la Comisaría de Policía para tratar de agilizar las cosas», subraya. Tras remover Roma con Santiago para tener a Needa y a sus hijos a su lado, finalmente lo consiguieron con un visado especial expedido por el Consulado de España en Jerusalén alegando la necesidad de estar con Salma dados sus problemas de salud.
«Han destruido las casas que tanto nos costó levantar y todos nuestros logros han desaparecido», señala Needa en relación a un conflicto enquistado que en los tres últimos meses ha dejado 32.000 muertos -10.000 niños y 8.000 mujeres- y cerca de un 80 por ciento de los edificios de Gaza dañados o destruidos por los ataques de Israel.
Además, según apunta Ramzi, «hay más de 11.000 prisioneros palestinos en las cárceles israelíes». «Yo, como periodista, he vivido este enfrentamiento infinito en primera línea y me he tenido que acostumbrar al olor de los cadáveres quemados por no hablar de los cuerpos desmembrados que se han quedado grabados en mi retina», remarca defendiendo su derecho a «resistir y responder» en relación al ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre.
Y agrega: «Es un genocidio, una limpieza étnica lo que están haciendo. He cubierto muchas guerras, pero ésta traspasa todos los límites de la imaginanción». El Programa de Protección Internacional (PPI) del Hospital San Juan de Dios de León ha acompañado en 2023 a 279 #personasrefugiadas —196 adultas y 83 menores— de 26 nacionalidades distintas gracias a sus 111 plazas distribuidas entre La Fontana (76) y un total de seis pisos (35).