Una serie de desgracias personales

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Pedro Arjona vuelve al cómic con una trama policíaca, en la que las mujeres cumplen un papel esencial, basada en una novela de Carlos Pérez Merinero. Julia Medina, una montadora de cine que no ha tenido nunca el menor roce con la ley, se ve obligada a matar a una persona y se convierte en lo que ni en sus peores pesadillas hubiera soñado: en una asesina.

Julia es testigo de un intento de violación en las afueras de Madrid. Al querer ayudar a la mujer agredida, mata de un golpe con un antirrobo al violador. Al intentar denunciar los hechos a la policía, la víctima se niega: está avergonzada y, presa de un ataque de pánico, la convence para ocultar el cadáver y silenciar el suceso. La vida de la montadora de cine cambia radicalmente. Y lo hace aún más cuando oye en un telediario que el aspecto de un policía que investigaba a una red de tráfico de drogas coincide con el del violador que ella ha matado accidentalmente. Presa de una obsesión, decide dejar su trabajo y acercarse a la familia del policía muerto: su mujer, su hija…

Julia sólo sabe manipular personajes de ficción en una moviola, y ahora que le ha tocado tomar decisiones que afectan a su propia vida, se ve obligada a enfrentarse a un espejo que le devuelve una imagen de soledad, egoísmo e inmadurez que poco le va a servir en ésa su nueva condición de asesina.

Arjona (Madrid, 1949) diseñador gráfico, ilustrador y pintor ocasional, se dio a conocer como dibujante de cómic con el colectivo El Cubri.