La chica del cable que vigila la ciberseguridad

Mujeres sentadas durante largas horas frente a una hilera de tablas con cables son la imagen de la abrumadora presencia femenina en las telecomunicaciones desde sus orígenes, a finales del XIX. En este siglo y medio, las mujeres han pasado de ser operadoras a tecnólogas, como Kenia Aranda, que sin terminar el Grado de Física, es uno de los fichajes de las becas Talento de Telefónica.

Esta joven de 22 años completa su formación y trabaja a tiempo completo en el área de ciberseguridad, específicamente en GDI (Gestión de Identidades y Accesos) además de ámbito de sistemas y telecomunicaciones. Ayer ofreció una sesión inspiracional a las adolescentes y jóvenes leonesas que participan en la nueva edición del Stem Talent Girl.

En una de las clases magistrales del programa con menos diferencia de edad entre alumnas y ‘profesora’, la invitada especial compartió de una manera cercana la importancia de tener referentes. «Yo hubiera necesitado también una hermana más mayor o una compañera que me dijera: ¿Por qué no te atreves a hacer esto aunque todo el mundo te diga lo contrario? ¿Por qué no atreves a lanzarte a esa carrera de Física?».

Kenia Aranda confesó que «di muchos tumbos antes de decidir estudiar física y me cambié tres veces de bachillerato hasta que entré al tecnológico». Al encontrar su verdadera vocación ni siquiera le echó para atrás el trimestre que tenía que recuperar. «Cuando haces algo que te gusta no es molestia, sino disfrute», apostilla.

En Telefónica trabaja en ese lado de la tecnología desde el que se envían mensajes telefónicos con dígitos para confirmar la identidad de la persona que realiza una operación, ya sea con una entidad bancaria, redes sociales, correo electrónico o cualquier gestión que requiera asegurar la identidad. «Con el doble factor de autenticación que asegure que eres tú exclusivamente, es esencial» porque «aunque que pongas tu contraseña en un sitio tiene que confirmar que eres tú».

Nunca se había imaginado que como física podría trabajar en el ámbito de la ciberseguridad, pero es que «ser física es como tener una máscara, eres un matemático encubierto porque es nuestra herramienta principal», subrayó. Con su ejemplo, Kenia Aranda mostró que detrás de la Física «hay mucho mundo», todo «un campo de posibilidades» laborales de una carrera que tiene la etiqueta de ser eminentemente investigadora. Puesta a confesar un sueño, ser CEO de Telefónica sería lo más grande. «Vengo de una familia humilde y pienso llegar a lo más alto que pueda», aseguró la joven madrileña.

El programa Stem Talent Girl, iniciado hace ocho años en Burgos por la Fundación Asti e implantado en toda Castilla y León con el apoyo de la Consejería de Familia de la Junta, se estrena este curso en colegios e institutos de Madrid al sumarse como patrocinador Campus 42 de Telefónica.

Un millar de alumnas participan en el programa que en León siguen este año unas cien, siendo una de las tres provincias, junto con Valladolid y Burgos, con más inscripciones, apunta Lucía López Calvo, delegada territorial de la zona norte de Castilla y León de Asti Talent & Tech Foundation. Hasta el año pasado han participado casi 6.000 alumnas.

«Nuestra idea es seguir creciendo y crear un ecosistema a nivel nacional», afirma. Uno de los objetivos es que «las chicas no renuncien a quedarse en su provincia». Otra novedad de este curso es que se abre el campo de las referentes a profesionales de otras áreas no puramente tecnológicas porque «hay chicas que en la ESO no tienen definida una vocación científica y no queremos que se sientan excluidas».