Súplica a San Antón por la Región leonesa
Sanjo, mantenedor de la tradición, ensalzó a las mascotas que «acompañan a viejos, ilusionan a niños y curan a enfermos»
Se encendió la hoguera, se sirvió el fervudo, se repartieron los cotinos y se sorteó el gochín. Todo bien envasado al vacío como mandan los cánones de la seguridad alimentaria, pero con el sabor a la tradición en el ambiente y en los bailes de Xeito.
La tradición de San Antón se renovó anoche en la acera de Botines. Hacía frío como hace en enero y había calor como el de antes. Y coplas y refranes que Manuel Ferrero recitó con la maestría del veterano y el entusiasmo del que cree.
El mantenedor, Jesús Sanjosé, del mítico grupo foclórico La Braña puso la guinda y las súplicas a este santo después de relatar su legendaria vida. Lo primero es lo primero. Después vino la carta suplicatoria para que el santo, ya que no hay quien se apunte a hacerlo, «interceda por la tierra leonesa, por la ciudad, por la provincia y por la Región leonesa», recalcó.
En la crónica del año pasado Sanjo expuso al santo «las cosas que nos preocupan», sobre todo las guerras en Ucrania y Gaza, el genocidio de Israel y también el terrorismo de Hamás. Otro quebradero de cabeza que el mantenedor compartió es el cambio climático y el calentamiento y el sacrificio que ha hecho León, con el derribo de centrales y chimeneas, para aportar su grano de arena.
La violencia machista que no cesa fue crónica y súplica al santo, «para que meta mano y los niños aprendan a respetar la vida desde la infancia», dijo. Todo romanceado. Todo bien rimado. Hasta el culebrón electoral que de cabeza ha traído a Feijoo y que Sánchez remató con un pacto y muchas promesas. «En política, señores, nada es verdad ni mentira. Solo importan los colores», dijo sin resignarse a no pedir, por favor, que cesen un poco la crispación.
La buena nota y la sonrisa del año la pusieron Pablo Álvarez Fernández y Sara García Alonso, la pareja leonesa que, sin conocerse, fue seleccionada por la Agencia Espacial Europea para convertirse en astronautas. Recitó el mantenedor con mucha fe en este capítulo. «Irán al espacio antes o después, con cecina envasada y León metido en sus escafandras y quién sabe si en sus naves se oirá una de aquellas casettes de La Braña que les ponían en el coche cuando eran pequeños».
La mastodóntica inauguración de la estación de autobuses, con empacho de logos de la Junta, el triunfo de la selección femenina de fútbol en el Mundial... Sanjo habló a San Antón como a un leonés más, como a un paisano que este personaje del santoral tan popular y dicharachero.
La oración a los animales no podía faltar en el ritual. Por los que se crían en corrales, prados y granjas, que dan de comer, y por las entrañables mascotas «que acompañan a viejos, ilusionan a los niños y curan a los enfermos».
Quedó cumplido San Antón y la tradición de la Asociación San Francisco El Real. Extramuros en la acera de Botines, como si de un pueblo embutido en ciudad se tratara. Y quedó emplazado el santo, para hoy a las 13.00 horas a la misa que se celebra en su honor en San Marcelo, y a la bendición de los animales a la puerta de la iglesia después de la procesión. Habrá colas.