«Las intervenciones cardiacas nuevas pueden ayudar en las migrañas»
carmen TApia
LEÓN
Armando Pérez de Prado es especialista en Cardiología Intervencionista. El abordaje de los problemas cardíacos se amplía con nuevas técnicas con catéter que ayudan a prevenir no sólo los problemas de corazón, también los accidentes cerebrovasculares y las migrañas. Todo está conectado.
—¿Qué novedades hay en el abordaje de los problemas cardiológicos de los pacientes?
—En los últimos tiempos estamos asistiendo a un avance exponencial en las técnicas intervencionistas cardiológicas. Estas son las técnicas mínimamente invasivas que se realizan a través de catéter para solucionar distintos problemas cardiacos. Los catéteres son tubos de plástico que se introducen a través de venas o arterias para llegar al corazón y realizar el tratamiento que pretendemos hacer, con el corazón en funcionamiento normal y sin necesidad de «abrir el pecho». El tratamiento a través de catéter de la enfermedad coronaria que provoca infartos o angina de pecho es una veterana de eficacia muy demostrada. Ahora estamos dirigiéndonos a tratar enfermedades de las válvulas o de otras estructuras cardiacas a través del catéter, con unos avances impresionantes.
—¿Prevenir los accidentes cerebrovasculares empieza por tener un corazón sano? —Así es. En primer lugar, la mayoría de los factores de riesgo de enfermedad cardiaca lo son también de la enfermedad cerebrovascular. La hipertensión arterial, el tabaquismo, los niveles elevados de colesterol, la diabetes, la obesidad y el sedentarismo: todos son factores comunes predisponentes a ambas patologías. La lucha contra ellos tiene doble ‘premio’. Pero también existen ciertos problemas cardiacos claramente relacionados con el riesgo de padecer embolias cerebrales. Es bien conocida la asociación de un defecto congénito cardiaco denominado foramen oval permeable (una falta de sellado de las 2 láminas que constituyen el tabique que separa ambas aurículas) y la recurrencia de embolias cerebrales sin clara explicación, que son hasta 1 de cada 6 y aún más frecuentes cuanto menor es la edad. Aunque este defecto es muy frecuente, no todos se asocian con riesgo elevado. Lo que sí está demostrado es que cerrar este defecto a través de catéter disminuye mucho la reaparición de estas embolias. Hay una patología cardiaca mucho más frecuente y que cada vez lo será más: la presencia de una arritmia cardiaca denominada fibrilación auricular, claramente relacionada con la edad y con los factores de riesgo cardiovascular. Se calcula que en pocos años 10 millones de europeos mayores de 65 años la padecerán. El riesgo de un individuo mayor de 55 años de padecerla actualmente es de un 33% a lo largo de su vida. Lo más terrible es que las embolias asociadas con fibrilación auricular son un 60% más incapacitantes y letales. Se trata de cifras verdaderamente epidémicas.
—¿Cuáles son las intervenciones que se utilizan para la prevención de las embolias?
—Las intervenciones a través de catéter que se están empleando de forma directa son el cierre del foramen oval permeable y el cierre de la orejuela auricular izquierda. El cierre del foramen oval permeable se viene realizando desde hace más de 25 años con una seguridad casi total y eficacia en disminuir la recurrencia de embolias. Se realiza con suave sedación e introducción de los catéteres por una vena en la pierna, con anestesia local. La colocación del sistema de cierre se guía mediante rayos X y ecografía cardiaca, consiguiendo cerrar el defecto en prácticamente todos los casos. Requiere de tratamiento temporal con medicamentos durante unos meses y no se han visto complicaciones importantes en todo el tiempo en que se ha usado. El cierre de orejuela izquierda es una técnica más joven pero cuya indicación está creciendo. La orejuela izquierda es una estructura que presenta paredes irregulares, lo que hace que el anidamiento de coágulos sea mucho más frecuente que en otras zonas del corazón. Se calcula que hasta el 90% de los coágulos que se forman en el corazón en relación con la fibrilación auricular anidan en la orejuela. ¿Por qué forman coágulos en la fibrilación auricular y pueden embolizar al cerebro? Porque la sangre remansada tiende a coagularse y eso sucede en esta arritmia. Por eso es frecuente necesitar fármacos anticoagulantes (Sintrom o los nuevos anticoagulantes directos) en esta arritmia, para prevenir las embolias. Hay pacientes que como efecto secundario de los fármacos presentan sangrados, a veces importantes o de difícil control, o que presentan embolias a pesar del tratamiento. Para el manejo de estos pacientes existe una clara alternativa, el cierre de orejuela a través de catéter. La técnica es similar al cierre de foramen oval permeable, aunque requiere cruzar de una lado a otro del corazón a través del tabique entre las aurículas.
—Los avances de la ciencia y la investigación se dirigen más que a curar a prevenir. ¿Qué novedades hay en el abordaje de los problemas cardiacos de los pacientes?
—Como hemos comentado, ambas técnicas se enfocan a prevenir: a prevenir la aparición o la recurrencia de las embolias de origen cardiaco. Y se suman a la lucha contra los factores de riesgo de padecer enfermedades cardiacas. Precisamente en esta linea aparece otra técnica de intervención a través de catéter: la denervación renal. Sabemos que en la tensión arterial elevada hay un importante componente de exceso de actividad del sistema nervioso autónomo. Para bloquear esa hiperactividad podemos usar fármacos, pero no siempre se consigue buen control o el cumplimiento del tratamiento no es adecuado. Para pacientes con mal control de la hipertensión esta técnica ha demostrado elevada eficacia. Su empleo acaba de ser aprobado por la FDA, la agencia americana del medicamento, para este tratamiento.
—¿Cuántos procesos de cada nueva técnica se hacen en León?
—En el Hospital Universitario de León llevamos años realizando las tres técnicas con muy buenos resultados. El año pasado se realizaron 20 casos de cierre de foramen oval y 35 de cierre de orejuela izquierda. Las cifras vienen en constante aumento desde hace unos años y el número total de cierres de foramen oval permeable supera los 150 y de cierre de orejuela las 250. La denervación renal se ha realizado en ocho pacientes en estos años. Recientemente se ha comenzado a realizar este tipo de tratamientos en otros centros privados de León, como HM San Francisco. En HM San Francisco hemos empezado a hacer esos procedimientos parte del equipo que los solemos hacer en el Hospital. Hemos empezado hace poco y solo hemos hecho un caso, pero está en la oferta de HM.
—¿Cómo ha cambiado el perfil del paciente que tiene esa indicación?
—El perfil del paciente tratado con cierre del foramen oval es similar al de años previos. Sin embargo, en el cierre de orejuela izquierda el crecimiento es sostenido: se remite antes a los pacientes con sangrados importantes o aparición de embolias bajo tratamiento anticoagulante porque los resultados apoyan su indicación. Además, las más recientes guías clínicas que nos aconsejan el mejor tratamiento en cada caso han elevado la indicación de cierre de orejuela a un grupo mayor de pacientes. Del mismo modo que la aprobación por la FDA (ya estaba aprobado por la agencia europea del medicamento) probablemente aumentará el número de procedimientos de denervación renal por catéter, esperamos un aumento de los cierres de orejuela izquierda.
—¿Qué otros usos se podrían dar a esas técnicas?
—El foramen oval permeable se detecta más frecuentemente en pacientes con migrañas, especialmente en las migrañas con aura. Estas son las que se asocian con visión de luces o audición de sonidos en relación con el episodio de dolor de cabeza. Se ha comprobado que en estos pacientes el cierre del defecto conlleva una menor frecuencia de episodios de migraña. Estamos diseñando un estudio que analice la frecuencia de ambos fenómenos y la respuesta a los tratamientos. El cierre de orejuela se plantea como alternativa a los anticoagulantes en aquellos pacientes en los que no funcionan adecuadamente o tienen efectos secundarios graves. Pero sabemos hace tiempo que pueden ser una alternativa válida al Sintrom en muchos otros pacientes. Si también son una alternativa aceptable a los nuevos anticoagulantes es algo que están estudiando grandes estudios (3000 pacientes), en los que León ha participado. Los resultados nos llegarán en 3 ó 4 años, pero las expectativas son buenas. Respecto a la denervación renal, son muchas las enfermedades cardiacas, además de la hipertensión, en las que podría ser un buen tratamiento. Hay varios estudios en marcha para analizar esa respuesta.
—¿Qué diría a los negacionistas asocian las vacunas del covid al aumento de las patologías cardiacas?
—En nuestra experiencia y en los datos publicados, la aparición de patología cardiovascular es infinitamente mayor por culpa del covid que en relación con las vacunas. Afirmar lo contrario es, cuando menos, buscar polémica sin fundamento.