Humanizar los cuidados
A menudo una idea salta a mi pensamiento, ¿cómo será el devenir la utilización de la inteligencia artificial en la sociedad? Entonces se me ha ocurrido preguntar al chatGPT que me diera unas pinceladas de lo que es la humanización de la atención sanitaria.
Ha contestado que es la incorporación de aspectos humanos, emocionales y éticos en la atención de la salud, que implica tratar a las personas como seres humanos con necesidades físicas, emocionales y sociales y que este enfoque busca mejorar la calidad de la atención y promover el bienestar integral de los pacientes.
Hoy se habla mucho de implementar la humanización en cuidados y no dejo de sentirme en cierto sentido perpleja.
¿Se puede cuidar a las personas sin las características que aporta la presencia de lo humano?, ¿cuidan las máquinas del mismo modo que las enfermeras?, ¿pueden cuidar con la misma empatía? ¿Hasta qué punto una máquina puede responder a las emociones y preocupaciones de un paciente? ¿Establece una comunicación eficaz?
El cuidado de la persona necesita a las personas. Sólo la mirada humana es capaz de identificar los aspectos emocionales de la persona que sufre y entender las emociones de su circunstancia. Sólo un ser humano aporta compañía, presencia y consuelo. Esto es lo que he aprendido a lo largo de mi extensa labor como enfermera.
Arropar la dignidad humana significa entender, reconocer y valorar las peculiaridades del otro, sus miedos e incertidumbres, especialmente en el escenario de la enfermedad y ante la cercanía de la muerte. Una máquina nunca nos podrá cuidar como necesitamos ser cuidados.
Hoy se habla mucho de humanización, de planes de formación del profesional para la humanización de los cuidados. No dejo de tener cierta incomodidad y desilusión al oírlo: ¿en verdad las enfermeras necesitamos formación para humanizar nuestros cuidados? ¿No es lo que llevamos haciendo toda la vida, ser presencia humana para nuestros pacientes?
¿De verdad habremos olvidado que la mirada enfermera lleva implícita la humanidad en el reflejo de nuestros ojos? Así debería ser. De no serlo, habremos perdido la esencia, el sentido y la autoridad en nuestra profesión.