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LOS SECRETOS DE LA CUEVA RANIS

Los primeros Homo sapiens llegaron al noroeste europeo hace 47.500 años

Uno de los huesos extraídos de la cueva de Ranis. TIM SCHÜLER TLDA

Publicado por
EFE
MADRID

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Hace unos 45.000 años, Europa atravesaba profundos cambios. Los neandertales, la especie humana que hasta entonces había predominado en el continente, empezaba a desaparecer mientras que una exultante nueva especie, el Homo sapiens, se expandía por Europa.

En esa transición entre el Paleolítico Medio y el Superior, y durante varios miles de años, ambas especies humanas coexistieron e incluso llegaron a cruzarse -aún conservamos un 2% de ADN neandertal en nuestro genoma-.

Además, neandertales y sapiens desarrollaron distintas culturas que, en algunos casos, como la del Lincombian-Ranisian-Jerzmanowician (LRJ) -un tipo de industria lítica- del noroeste y centro de Europa (de Alemania a Gran Bretaña), los científicos no sabían a quién atribuir. Hoy, el análisis de los restos de la cueva de Ilsenhöhle en Ranis (Alemania), un yacimiento asociado a la cultura LRJ, ha demostrado que ese lugar fue ocupado esporádicamente por humanos modernos desde hace 47.500 años, mucho antes del fin de los neandertales.

El hallazgo refuerza la idea de un mosaico de poblaciones y culturas humanas distintas presentes en Europa durante el Paleolítico Medio y Superior. Los detalles se han dado a conocer este miércoles en varios artículos publicados en Nature y Nature Ecology & Evolution, todos ellos liderados por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, Alemania.

Un error de casi cien años

La cueva de Ranis fue excavada en 1930 pero entonces no se hallaron restos humanos. Casi cien años después, una nueva excavación realizada entre 2016 y 2022 llegó hasta los ocho metros de profundidad y, tras retirar una roca de 1,7 metros, el equipo descubrió nuevos restos, esta vez humanos y excepcionalmente bien conservados.

Además, reexaminaron los fragmentos óseos encontrados en la década de 1930, un minucioso trabajo en el que descubrieron varios huesos humanos que durante todo este tiempo habían sido catalogados erróneamente como huesos de animal. En total, identificaron trece restos óseos humanos cuyo ADN reveló que pertenecían a un mismo individuo de Homo sapiens o a varios parientes maternos que hace 47.500 años formaron parte de los primeros hombres modernos que habitaron Europa.

En paralelo, otros dos equipos de científicos estudiaron las condiciones climáticas y el entorno que encontraron aquellos grupos pioneros de Homo sapiens en Ranis, y examinaron su capacidad de adaptación. Las conclusiones se detallan en dos artículos en Nature Ecology & Evolution.

Los análisis de isótopos estables en dientes y huesos de animales ayudaron a descubrir que hace entre 45.000 y 43.000 años Ranis era un lugar muy frío con paisajes esteparios similares a los de la Siberia actual o el norte de Escandinavia y que las condiciones climáticas se enfriaron aún más a lo largo de los años. «Esto demuestra que incluso estos primeros grupos de Homo sapiens que se dispersaron por Eurasia ya tenían cierta capacidad de adaptación a unas condiciones climáticas tan duras», explica Sarah Pederzani, de la Universidad de La Laguna. (Tenerife) y del Max Planck, y directora del estudio paleoclimático de la cueva.

Nueva excavación

La cueva de Ranis fue excavada en 1930 pero entonces no hallaron restos humanos