Terapia por adicción a las pantallas
La mitad de las personas tratadas por sobreexposición diaria son adolescentes
La sobreexposición diaria a las pantallas del móvil, la tablet o el ordenador, el uso desmesurado y adictivo de internet y de las redes sociales, están provocando en España una enorme avalancha de daños y males de todo tipo. Físicos, psicológicos, emocionales, sociales, académicos. Pero, con mucha diferencia, el colectivo más perjudicado por este fenómeno pernicioso que se generaliza y multiplica por momentos son los adolescentes, los más vulnerables y desprotegidos, víctimas habituales de una navegación sin filtros ni limites o controles tanto familiares como institucionales o empresariales.
Un reciente estudio elaborado por la Red de Atención a las Adicciones (Unad) —la plataforma que agrupa a dos centenares de organizaciones especializadas de todo el país— y por la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar) certifica e ilustra por qué el Gobierno, alarmado, ha decidido lanzarse a diseñar y poner en marcha con urgencia un plan integral de protección de los menores en el entorno digital.
El trabajo, desarrollado a partir de los datos que proporciona la experiencia terapéutica de la lucha diaria contra este problema, indica que más de la mitad de las personas con adicción a internet o con trastornos graves derivados del exceso de horas enganchados a las pantallas, el 52%, son adolescentes de 16 y 17 años. El daño a esas edades está repartido al cincuenta por ciento entre ambos sexos, aunque, según van aumentando un poco los años del perjudicado, hay más hombres que mujeres entre quienes demandan ayuda profesional para salir de la trampa en que les ha atrapado el mal uso de la red. Hay tantas víctimas en terapia de un género como de otro, pero el sexo sí que marca grandes diferencias tanto en las lesiones que padecen cada uno como en el conjunto de circunstancias particulares que les han conducido a esta delicada situación.