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De los insultos a los abrazos y elogios

El papa Francisco y el presidente de Argentina, Javier Milei, se encuentran tras la ceremonia de canonización de la religiosa Mama Antula celebrada en San Pedro

El papa Francisco saluda al presidente de Argentina, Javier Milei, ayer en San Pedro.VATICAN MEDIA HANDOUT

Publicado por
Darío Menor
León

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El papa Francisco y Javier Milei, el presidente de Argentina, el país de origen del Pontífice, se dieron este domngo un caluroso abrazo tras de la ceremonia celebrada en la basílica de San Pedro del Vaticano para canonizar a la religiosa Maria Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, la primera santa argentina, que vivió en el siglo XVIII.

Aunque Milei había criticado duramente a Jorge Mario Bergoglio en su campaña electoral, acusándole de ser un «imbécil», un «comunista impresentable» e incluso un «representante del Maligno en la Tierra», moderó su posición tras tomar posesión como jefe de Estado. Incluso le invitó a viajar a Argentina. La visita podría tener lugar en noviembre e incluir una etapa en Canarias para que el Pontífice conozca de primera mano la realidad migratoria que se vive en el archipiélago.

Está previsto que el Papa y Milei mantengan hoy una audiencia privada en el Palacio Apostólico del Vaticano. El encuentro servirá para acercar posturas tras las duras palabras del político, a las que Francisco respondió con cintura. «En la campaña electoral se dicen cosas ‘en broma’, se dicen seriamente pero son provisorias para captar la atención, pero caen solas», señaló Bergoglio el pasado diciembre durante una entrevista para el canal de televisión mexicano NMás . Abogó entonces por «distinguir mucho entre lo que dice un político en campaña y lo que realmente va a hacer después, porque luego llega lo concreto y las decisiones».

Tendió así una mano a Milei, que no tardó en aprovechar para responder. Lo hizo con la carta que a principios del mes pasado le envió al Papa para invitarle a visitar Argentina, en la que utilizaba un tono para referirse a él completamente opuesto al de la campaña electoral: mostró su «alta consideración y respeto» por su obra y persona y también agradeció sus «sabios consejos y sus deseos de coraje y sabiduría». Se los habría transmitido Bergoglio en la conversación telefónica que ambos mantuvieron tras la victoria electoral.