Lactancia solidaria

Esther Rodríguez es una mujer palentina, madre primeriza y nodriza a la vez. Se convirtió en donante de leche materna a las pocas semanas de nacer su hija. Un gesto sencillo, altruista y generoso que puede salvar la vida de un bebé prematuro. La leche materna es el alimento ideal para cualquier recién nacido y más para aquellos que llegan al mundo antes de tiempo. Contiene muchos más beneficios que las fórmulas artificiales. Es el mejor aliado de los pequeños ingresados en las UCIS neonatales de los hospitales de la Comunidad.

Eso fue lo que animó a Esther a dar el paso de donar. En total, contribuyó a alimentar a diez recién nacidos gracias a los más de cinco litros que entregó en el Banco de Leche Materna, ubicado en el Hospital Río Hortega de Valladolid. «Es una experiencia muy gratificante y ojalá hubiera más mujeres que se animaran a hacerlo», asegura. En su caso, descubrió esta posibilidad casi por casualidad. «Muchas madres ni si quiera saben que pueden donar leche y es una pena porque puede ser la única manera de que estos pequeños tengan la oportunidad de salir adelante. Además, protege contra problemas intestinales graves y disminuye el riesgo de infección».

Esta palentina pide más difusión, no solo para incrementar la cantidad de leche en el Banco, sino para derribar los posibles miedos de las madres lactantes. «Donar te puede generar ciertas dudas. En mi caso, me preocupaba no producir suficiente leche y que mi hija se quedara sin alimento, pero nada más lejos de la realidad. Ahora siempre repito que hay leche para todos. De hecho, cuanto más te estimulas, más cantidad produces», explica. El proceso es muy sencillo aunque es obligatorio «que tu hijo tenga, como mínimo mes y medio. De esta manera, se aseguran que el plan de lactancia está bien establecido y no va a haber ningún problema». A partir de ahí, se reúnen con la futura donante. Un análisis de sangre descarta infecciones como VIH, hepatitis o sífilis que podrían transmitirse al bebé. Otras exigencias son unas condiciones óptimas de higiene como lavarse las manos, esterilizar el material y congelar la leche nada más extraerla. Es importante saber que se puede almacenar en casa, como máximo, durante dos semanas y luego hay que enviarla para que sea tratada y conservada en el Hospital». El único inconveniente, a su juicio, es que Valladolid es la única provincia de Castilla y león con Banco de Leche Materna. Esther dejó de donar por motivos laborales pero sigue dando de mamar a su hija de diez meses. Por eso valora que las ciudades tengan lugares habilitados para una lactancia cómoda, segura y tranquila. La aplicación MaterMap, diseñada por la palentina Loli Rodríguez, permite localizar los establecimientos que disponen de espacios para facilitar la lactancia materna.