La casa de Los Botas

En marzo de 1902, Juan Crisóstomo Torbado firmó los planos de la fachada y el perímetro del solar donde edificar una Casa de Vecindad para José Botas Roldán, maragato, en la entonces calle de la Catedral (hoy Ancha). Proyectó el inmueble con «piedra caliza, ladrillo fino y ordinario en fachada y muros interiores. Madera de pino del país en pisos, entarimados y armaduras, y hierro dulce en jácenas y columnas». Excavó un sótano parcial asociado al local de la planta baja con su entreplanta perimetral, junto al portal y la escalera de tres tramos para subir a dos plantas con 2 buenos pisos distribuidos por largo pasillo alrededor de un patio interior con las estancias principales a la calle. Bajo cubierta, el desván y una ínfima vivienda para el portero. Como era obligado, Juan Crisóstomo concibió el alzado principal simétrico, con ordenación tripartita, y jerarquizado. ¿Eclecticista e Historicista? Sí, pero enfatizando los materiales con esmerados detalles constructivos y perfectos acabados. Basamento con los huecos del local en simetría reforzada; la portada a la derecha y a la izquierda su réplica entre machones y arcos planos de «ladrillo fino» sobre zócalos, salmeres e impostas en grandes y bellas piezas pétreas, hoy destrozadas por un vulgar escaparate comercial. Otra imposta caliza da paso al cuerpo noble también de ladrillo en dos niveles, y así mismo amputado cuando, en 1960, otro Botas decidió eliminar los magníficos miradores de forja que Torbado había dispuesto sobre los balcones laterales. En el piso principal, vanos y balconada axial de elegantes balaustres pétreos ante un paño revocado y decorado con vanos arqueados y cerámica en las enjutas, sin duda de Zuloaga. En el segundo nivel más balcones de forja ligados por impostas; piedra artificial abajo y azulejos arriba. Y en lo más alto bella cornisa de piedra artificial con placas resaltadas entre modillones con triglifos… En 1998, Jesús y Miguel Ángel Martínez del Cerro rehabilitaron el edificio para Celadilla Gómez S.L. respetando cuidadosamente la fachada, pero reforzando la estructura, para mantener el mismo local comercial y acomodar, en las dos plantas y el bajo-cubierta, 9 «viviendas modernas».