Diario de León

Supercentenaria leonesa

Ángeles Crespo: «Para llegar a 104 años hay que ser buena persona»

«Salud y pesetas y ¡salud completa!», son los deseos que Ángeles Crespo pidió al soplar las velas de su 104 cumpleaños en la residencia Los Rosales de Carbajal de la Legua. La supercentenaria es una de las 358 personas de cien y más años de León.

Ángeles Crespo Benavides sopla las velas de sus 104 años con entusiasmo. MARÍA FUENTES

León

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Las pesetas aún existen en la memoria de personas que, como Ángeles Crespo Benavides, ha manejado la mayor parte de su vida la moneda española por excelencia. Al fin y al cabo, los euros son de antes de ayer, de cuando ella ya superaba los 80 años. Esta leonesa ha llegado a los 104 años con una salud inmejorable.

Ahora pertenece al selecto grupo de las 620 personas que hay en España con su misma edad. Y dice que no se lo cree. «¡Ni soñando! ¿Cómo voy a cumplir esos años?», asegura desde la sorpresa de quien ya no lleva la cuenta de la vida, pero sabe que lo más valioso es la salud.

Ángeles nació en Valdemorilla, en el municipio de Izagre, el 27 de febrero de 1920, cuando habitaban este pueblo un centenar de personas y la escuela estaba repleta de chicas y chicos, pues era mixta. Ella se acuerda mucho del barrio de Santa Ana y de sus casas porticadas donde jugar al escondite era de las experiencias más emocionantes para la chiquillería de aquellos felices 20.

La foto de la boda de Ángeles Crespo y Florencio Cano en el álbum que le regalaron en la residencia.

La foto de la boda de Ángeles Crespo y Florencio Cano en el álbum de sus 104 años.MARIA FUENTES

Del pueblo señala que había «mucha faena» en las tierras, que sembraban de garbanzos, lentejas, alubias... tierra de secano y legumbres. La familia emigró pronto a la capital. En la ciudad conoció, de la forma más inesperada, al joven alto y apuesto que se convertiría en su marido, Florencio Cano.

El hombre era natural de Quintanilla de Rueda y trabajaba en un servicio de notificaciones de los juzgados. «Un día fue a comunicar un embargo a un vecino y llamó a nuestra casa para preguntar algo. Salí yo. Al cabo de unos días se volvió a presentar en casa. Y yo decía: «¿Este que querrá?». Estaba claro que quería a Ángeles y a la puerta de casa empezó el noviazgo.

Ángeles, que desde hace casi un año vive en la residencia Los Rosales de Carbajal de la Legua, se sentía «como flotando» en la mañana de su cumpleaños, «con tanta gente» alrededor. Cuando vio a su hija Ángeles y a su nieto Álvaro se le iluminó la cara: «Es lo que tengo, mi hija y mis nietos, Fernando y Álvaro», apostilla. Un rostro apacible, sin apenas arrugas y con un color tostado en las mejillas son su relato de vida. Una presencia de una mujer que «parece de 80 años», según la opinión de las compañeras que le ayudaron a soplar las velas.

Ángeles Crespo con su tarta de cumpleaños y el árbol con las huellas de sus compañeros y compañeras.

Ángeles Crespo Benavides fue agasajada por su cumpleaños.MARIA FUENTES

Ángeles se emocionó mucho con el álbum de fotos que le preparó el personal de la residencia Los Rosales. Sobre todo, cuando llegaron las de blanco y negro de su boda con Florencio. La novia de negro, al gusto de la época, y con un enorme ramo de flores blancas. Con las manos acaricia esos retratos que le traen tan buenos recuerdos: «Nos queríamos mucho», asegura.

Los compañeros y compañeras le dejaron su huella plasmada en un árbol de la vida con su nombre y su fecha de nacimiento, con orgullo por tener a una persona tan longeva a su lado.

La supercentenaria se define como una persona de buen conformar, «me llevo bien con todo el mundo», añade. Le gusta comer de todo y para su cumpleaños pidió como ‘capricho’ una tortilla de chorizo, comió con ganas la tarta de bizcocho y merengue con perlitas de chocolate y se bebió su vasito de sidra con la alegría de quien cumple con la vida. 

Si existe una receta para llegar a su edad tiene que ir aliñada con un ingrediente indispensable para Ángeles: «Ser buena persona, tratar bien la gente y respetar a todo el mundo», asegura. Esa es la huella que quiere dejar en la vida. 

Esta leonesa sencilla y feliz con su vida es una de las 358 personas de 100 y más años que residen en León, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Una cifra en la que las mujeres son abrumadora mayoría, 278 (77,6%) sobre 80 hombres (22,3%). 

La cifra de personas centenarias en la provincia se ha triplicado desde que, en 2002, el INE hace públicos los primeros datos de población de 100 y más años. Aquel primer año había 104 residentes en la provincia con una edad de tres cifras, 77 mujeres y 27 hombres. Desde entonces, se ha multiplicado por 3,6 el número de mujeres centenarias, mientras que la cifra de hombres con esta edad se ha multiplicado por 2,9. En España hay 14.660 personas centenarias., 12.082 mujeres y 2.578 hombres, según el INE. Un total de 758 superan los 105 años de edad.

Las mujeres, según un informe de Our World in Data de Esteban Ortiz-Espina, han aumentado la brecha de la esperanza de vida respecto a los hombres en el último siglo debido a factores como la reducción de enfermedades infecciosas, que afectaban más al sexo femenino, y a hábitos de vida menos tóxicos, como ser menos fumadoras o consumidoras de alcohol. 

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